La humildad y la modestia siempre han sido consideradas grandes virtudes.
Todo lo contrario que la soberbia o el narcisismo, defectos que queremos evitar a toda costa.
Sin embargo, la humildad también tiene un lado oscuro que puede convertirla en un defecto. De la misma forma que la soberbia puede tener, a su vez, su parte positiva y virtuosa.
A continuación, te hablaré de las paradojas de la humildad, y descubrirás –si aún no lo sabes– qué tipo de humilde eres.
Pero antes, empecemos por recordar…
¿Qué es la humildad?
Según la RAE, la humildad es “la virtud que consiste en conocer las propias limitaciones y debilidades y actuar de acuerdo a tal conocimiento”.
La gente humilde suele mostrar ciertas actitudes que suelen ser del agrado de todo el mundo, como por ejemplo:
- No creerse mejor o más importante que los demás. Por ello, un millonario humilde no tiene inconveniente en relacionarse de tú a tú con gente pobre, al igual que una persona inteligente y humilde no discrimina ni menosprecia a personas menos listas que ella.
- No alardear de sus cualidades, logros o posesiones, pues prefiere que sean los demás quienes las descubran por sí mismos. De hecho, las virtudes autoproclamadas hacen que se nos vea pretenciosos y ególatras.
- No tener reparo en confesar sus defectos y hablar abiertamente de ellos. Y es que los defectos, contados por ti, denotan -además de humildad- apertura mental y conocimiento de uno mismo. Sin embargo, esos mismos defectos, descubiertos por otros, hacen que se te vea cerrado, inseguro y de poco fiar.
- Saber que la línea que separa la excelencia de la mediocridad es muy fina. Ello nos ayuda a mantener la humildad cuando estamos en lo más alto, pero también nos estimula a seguir luchando cuando estamos tocando fondo.
¿Por qué ser humilde es una virtud?
Si la humildad es considerada una virtud es porque:
- De ella se deriva una actitud que nos permite mejorar continuamente y convertirnos en mejores personas.
- Implica una actitud de respeto hacia los demás, puesto que, una persona humilde se sitúa psicológicamente al mismo nivel -o incluso por debajo- de quienes la rodean. Nunca por encima.
Como entenderás, esto último suele gustar, puesto que una posición psicológica de “pequeñez” permite que los demás puedan sentirse grandes. Y es que, en una sociedad enferma y de grandes egos donde todo el mundo quiere sentirse por encima del resto, resulta agradable estar rodeado de gente “pequeña”.
Las personas humildes nos gustan, porque nos hacen sentir grandes. Foto por ZouZou, vía Shutterstock
El lado oscuro de la humildad y sus variantes pervertidas. ¿Cuál es la tuya?
Tomando nuevamente la RAE como referencia, vemos que hay otras definiciones complementarias de humildad.
Humildad también se define como “bajeza de nacimiento o de cualquier otra especie”, o bien “sumisión, rendimiento”.
A partir de estas definiciones oficiales –que no entraré a valorar– y desde mi experiencia personal, me gustaría definir otros tipos de humildad.
Porque la humildad también tiene su lado oscuro, o bien puede utilizarse para enmascarar nuestra propia oscuridad.
Empecemos por…
1. La víctima humilde
Hay personas que son humildes porque su autoestima es muy baja debido a sus problemas cotidianos o carencias personales.
Psicológicamente, se trata de “víctimas” que –por lo general– se valoran y se quieren poco a sí mismas y que, por consiguiente, perciben el valor de los demás por encima del suyo propio.
Este tipo de humilde suele tener mucho miedo a ser herido o dañado por la gente o el mundo que le rodea, y –con frecuencia– utiliza la humildad como medio para ganarse el favor y la simpatía de los demás. De esta forma obtiene protección y seguridad.
La humildad de la “víctima” podría representarse de esta manera. Foto por Olga Skripnik, vía Shutterstock
2. El ególatra humilde
En el otro extremo, hay personas que son humildes a pesar de tener una autoestima muy alta.
Psicológicamente son personas narcisistas, ególatras, soberbias o, simplemente, que tienen un alto concepto de sí mismas por la razón que sea. Se trata de gente que, frecuentemente, percibe su propio valor por encima del de la gente de su entorno.
Estas personas son conscientes de que dichas actitudes suelen producir rechazo. Por tanto, utilizan la humildad como una herramienta o estrategia para ganarse la aceptación, la simpatía o incluso la admiración de los demás.
Su humildad es, simplemente, una máscara que utilizan para ocultar su parte oscura (o, tal vez, su exceso de luz, como ellos mismos dirían).
Esta es la humildad del ególatra, la que te hace parecer humilde y poca cosa cuando, en realidad, te crees el rey. Foto por Anton Watman, vía Shutterstock
3. La humildad equilibrada
Finalmente, el último tipo de humildad es la equilibrada.
El humilde equilibrado es una persona que ni tiene baja autoestima ni tiene el ego tan hinchado como para creerse superior a los demás. Por tanto, no manifiesta las actitudes que dichos extremos suelen implicar.
El humilde equilibrado tiene una buena estima de sí y, de hecho, suele tener grandes cualidades, pero no siente la necesidad de pregonarlas a los cuatro vientos.
A su vez, la persona humilde equilibrada sabe ver, respetar y valorar profundamente las cualidades y particularidades de otras personas.
Se trata de una humildad que –a diferencia de las otras dos– no parte del miedo ni de la necesidad de buscar el favor de aquéllos que nos rodean. Es una humildad que brota espontáneamente en cuanto la persona se relaciona con sus semejantes, generando actitudes genuinas, como las que describí al inicio del artículo.
La humildad equilibrada es, para mí, la verdadera humildad. Foto por Maksim Fesenko, vía Shutterstock
Curiosamente, este último tipo de humildad es la que menos abunda entre nosotros.
¿Por qué será?
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¿Y tú qué opinas?
¿Te consideras humilde? ¿Qué tipo de humildad tienes?
¿Te has encontrado con muchas personas que manifiesten variantes “oscuras” de la humildad?
¿Quieres darnos algún ejemplo de conocidos tuyos o de famosos que sean humildes (o falsos humildes)?
Cuéntanoslo en los comentarios, será un placer leerte.
P.D. Foto de portada por Daxiao Productions, vía Shutterstock
Buenas tardes, pues siempre he educado a mis hijos que no deben juzgar a nadie por como sean, yo llamo personas a todo el mundo y todos merecen ser escuchados, somos todos iguales, y les digo que ni ellos son menos que nadie y por ende, nadie es más que ellos, así que, vivo mi vida y a los demás les dejo vivir la suya. Eso sí, defendiendome de los buitres que por desgracia hay muchos, incluso en la propia familia.
Un saludo.
Hola dolores,
Me alegra que eduques a tus hijos desde estos valores. Creo que es lo mejor que puedes hacer y, de buen seguro, te lo agradecerán cuando sean mayores.
En cuanto el tema de juzgar a los demás, te dejo este enlace, que probablemente, va a ser de tu interés: https://viajealaesencia.com/es-posible-no-juzgar-a-los-demas/
Gracias por compartir con nosotros tu opinión
Un abrazo
Los temas donde se tocan temas de las personas son faciles de comenzar y dificles para terminar de definir ,muchas personas confunden humildad con carencias , económicas , de caracter , timidez, conocimientos , tener estudios , y cuando no se dan un lugar para saber que a pesar de todo estamos siendo iguales ante la ley , ante las libertades , el poder expresarnos, pero como dice el Psiquiatra Dr.Jose Abadi , cuando tienen el ego obeso , quedan con el Yo denutrido,Abrazo
Hola Margarita,
Efectivamente, cualquier tema que incumba la psicología humana tiene inicio, pero puede no tener fin.
La humildad puede ser consecuencia de carencias personales, aunque no necesariamente, tal como explico en el artículo. Pero un ego obeso, también es susceptible de utilizar la misma humildad para ocultar dicho sobrepeso. Y sí, eso acaba desnutriendo el alma, como bien comentas.
Un abrazo y gracias por pasarte por aquí.
Buenos dias, me gusta muchisimo la manera tan clara y sencilla con la que explicas todos tus temas. Teniendo en cuenta el postureo y comercio que hay en la redes sociales, aclaras todo muy bien poniendo todo en su sitio.
Me he decidido a leer uno de tus libros (El despertad de la esencia) me pareces una persona muy interesante y clarificadora.
Un abrazo.
Hola Francisco…
Me alegra que pueda aportarte algo de claridad, así que gracias por el cumplido.
Espero que El Despertar de la Esencia te guste y te aporte todo lo que esperas de él. Estoy seguro de que no va a defraudarte. Estaré esperando tu crítica y comentarios una vez lo hayas leído.
Un fuerte abrazo
Clarísimamente, tipo 1… Así, sin paliativos, jajajajajaja.
Wow, así me gusta, claridad y transparencia 😉
Los tipo 1 son los más entrañables…
Gracias por mostrar tus cartas…
Buenos Ubay,
Mis mejores deseos .pata tí y para tú vida,,,
Un artículo muy interesante ,,,,,
Para mí ,LA HUMILDAD,Es el reflejo de la grandeza de nuestro corazón,
y la riqueza de dichos sentimientos,SENCILLEZ,
PORQUE NO SABEMOS A QUIENES VAMOS A NECESITAR EL DÍA DE MAÑANA!!!!
LA HUMILDAD,Es la habilidad de vernos a nosotros mismos,tal cual somos,tanto nuestras fortalezas,cómo nuestras debilidades,nuestros,altos y bajos,,,,nuestras aportaciones y nuestras habilidades,,,
Sin justificarnos,es decir,es la máxima expresión de nosotros mismos de ,auto-conciencia,
Nuestra verdadera ESENCIA,creciendo ,desde adentro hacia afuera,,El resto es superficial,
siempre sabiendo reconocerlo,
El secreto de la sabiduría del poder y del conocimiento,es la auténtica ,humildad,,,,
Es un trabajo de todos los días ,,,De re-aprender ,de implicarse y equivocarse ,,,,
de lo contrario ,seria ORGULLO,de no crecer ,,,,,
Mas o menos ,,,,Nada es para siempre ,todos nos necesitamos ,nadie es mejor o peor ,,
Es nuestro reto ,aquí ,en la tierra en cuerpo ,alma y espíritu ,,,,
MUCHAS GRACIAS ,POR TUS APORTACIONES Y POR TU AYUDA,,,,,
Siempre ,nos viene bien,,
un cordial saludo ,MIS MEJORES DESEOS ,POR TU NUEVA ETAPA DE LA VIDA ,,,,,
Hola Toñi,
Gracias a ti por tus palabras y por la extensa reflexión que has compartido con todos nosotros.
Un fuerte abrazo
Si hay baja autoestima no hay humildad. Si hay soberbia encubierta no hay humildad. Para los creyentes la humildad es una virtud teologales concedida por el Espíritu Santo y cuando es así como proviene del Espíritu no hay oscuridad.
Amén…
Holaaaa Ubay!
Que tal?
Me vas a disculpar, pero que gran y sorprendente alegría, me da encontrarte x aquí y descubrir una parte d ti que desconocía, estoy anonadada jaja…me encanta todo, es la 1ª vez que t leo, xque no lo sabía claro.
Bueno y respondiendo a tu pregunta pues decirte, que soy humilde equilibrada,aunque al tener que dar la respuesta, suene como otro tipo d humildad que has comentado, pero que no es mi caso jajaja…
Bueno disculpa mi tocho, pero me ha dado mucha alegría volver a saber d ti.
Desde Gran Canaria un fuerte abrazo.
Me considero humilde, muy bueno el tema de la humildad.