La Isla de Martinica, un pequeño paraíso caribeño en el que tuve la suerte de pasar algo más de 9 meses.
Durante ese tiempo, además de ejercer mi profesión, pude explorar casi cada rincón de este territorio y disfrutar de gran parte de las actividades que pueden realizarse, que son muchas.
En este artículo me gustaría compartir contigo mis 17 lugares y actividades preferidas. Espero poder saciar tu curiosidad y darte buenas ideas por si algún día decides visitar la isla de Martinica.
¿Preparado?
1. Subir a la Montagne Pelée
Para mí, una actividad obligatoria, pues siempre que voy un lugar, intento subir a su montaña más alta. En este caso, la Montagne Pelée.
Más que una montaña, la Montagne Pelée es un enorme volcán que en 1902 entró en erupción matando a unas 30.000 personas. Actualmente, se encuentra inactiva, y sus 1.397 metros de altura pueden ascenderse tras una caminata de 3 a 5 horas, según la ruta escogida.
Los paisajes son espectaculares. El único inconveniente es que las nubes acompañan la cima de forma casi permanente. Encontrar un día despejado allí arriba es poco frecuente. Por tanto, si las condiciones son buenas, déjalo todo y sube a la Montagne Pelée.
Vistas de la montagne Pelée durante un día despejado
2. Explorar los islotes de Robert en Ti canot
Los islotes de Robert se encuentran en la costa centro-este de la isla. Visitarlos fue una de mis experiencias favoritas.
Una de las mejores formas de hacerlo es alquilando un Ti canot, pequeñas lanchas motoras que pueden conducirse sin permiso. Con las explicaciones y el GPS que te presta el responsable es más que suficiente.
La actividad empieza a las 9 de la mañana en Pointe la Rose. Desde allí, se suele ir al Ilôt Chancel, la isla más grande. Al llegar, vale la pena darse una vuelta e intentar avistar ejemplares salvajes de iguanas endémicas, sólo presentes en esta isla. Quedan unas 2000, y están en todas partes, especialmente sobre los árboles. Las hembras son de color verde, mientras que los machos tienen la piel de color marrón.
Desde ahí, se suele ir otra isla, Ilôt Madame, conocida por la belleza de sus playas y por sus fondos blancos, ideales para comer o darse un chapuzón con una bebida en la mano.
Finalmente, se suele regresar al punto de inicio hacia las 4 o 5 de la tarde.
Si te gusta el deporte, puedes hacer este mismo recorrido alquilando un Kayak. Curiosamente, se tarda más o menos el mismo tiempo que con el Ti canot (siempre y cuando tengas un mínimo de condición física, claro).
Izquierda, navegando en Ti canot. Derecha, una iguana macho en Ilôt Chancel
3. Visitar las cascadas de Didier
Para mí, las mejores cascadas de la isla.
Las cascadas de Dider (hay dos) se encuentran cerca de los jardines botánicos de Balata, fácilmente accesibles desde Fort-de-France.
Hay que dejar el coche en el arcén de la carretera y empezar a caminar siguiendo las indicaciones (o cualquier turista que se dirija hacia allí).
Para acceder a la primera cascada hay que caminar unos 30 minutos y pasar por un túnel lleno de murciélagos, charcos y partes por las que hay que hacer equilibrismos.
Desde allí, puede accederse a la segunda cascada, mucho mejor que la primera. Para lograrlo, hay que caminar otros 20 minutos entre la maleza y a través del propio río. Sin embargo, una vez llegas, las vistas de la majestuosa cascada merecen la pena. No pierdas la ocasión de darte un baño en la pequeña piscina natural que se forma.
La magnífcia cascada de Didier (la segunda)
4. Explorar los islotes de François en Kayak
Si no tuviste suficiente con visitar los islotes de Robert en Ti canot , no dudes en alquilar un kayak para ir hasta los islotes de François, situados en la costa este. Son igual o más bonitos que los primeros.
La actividad empieza a las 9 de la mañana tras una pequeña sesión informativa, donde se explica el recorrido y las referencias para orientarse. Luego, se distribuyen los kayaks.
La primera parte de la excursión bordea el islote Métrente y sigue hasta el islote Thierry, siendo esta última parte la más dura a causa de las olas y la corriente. Se suele tardar unos 90 minutos.
Tras un descanso se vuelven a tomar los kayaks otros 45 minutos hasta la Baignoire de la Josephine, una zona de fondos blancos de poca profundidad situada entre dos islotes (Thierry y Oscar). Allí, se atan los kayaks y, mientras te bañas, los responsables de la actividad te traen un aperitivo a base de ron, zumo de frutas y accras (buñuelos criollos).
Finalmente, se hace una última parada en el islote Oscar, el lugar ideal para comer y darse un baño en sus paradisíacas playas (llenas de turistas).
La actividad termina alrededor de las 4 o 5 de la tarde después de remar unos 45 minutos más.
Disfrutando de un aperitivo en la Baignoire de la Josephine (islotes de François)
5. Recorrer la presqu’ile de la Caravelle
Una preciosa excursión alrededor del brazo derecho de la Martinica (llamado presqu`ile de la Caravaelle), situado en la costa este.
Esta ruta circular empieza cerca de las ruinas de Château Dubuc y dura unas 4 horas. Durante el trayecto puede verse zonas de manglar repletas de cangrejos, multitud de playas de arena blanca y acantilados con preciosas vistas de la región.
Al final, hay un pequeño desvío que lleva a lo alto del faro, desde donde pueden verse los impresionantes paisajes de la presqu`ile. Una caminata poco exigente a nivel físico, pero muy gratificante a nivel visual. Imprescindible.
Espectaculares vistas desde la Presqu`ile de la Caravelle
6. Subir hasta Morne Larcher y ver las impresionantes vistas del sur
Soy adicto a los paisajes. Por ello, siempre busco los mejores lugares desde donde poder admirarlos.
Morne larcher tiene, para mí, las mejores vistas de la Martinica. Esta montaña, situada en el sur de la isla, frente a la roca de Diamant, apenas tiene 402 metros de altura, pero su fuerte pendiente requiere más de una hora de esfuerzo y sudor para ser coronada.
Al llegar a la cima, la recompensa son unas vistas inolvidables de la bahía de Diamant e incluso de la isla de Santa Lucía. Te quedarás con la boca abierta.
Otras vistas para enmarcar en la isla de Martinica se encuentran en:
- Lo alto de la montagne de Vauclin: tienes preciosas vistas de la costa este y sus islotes
- Piton Crève-Coeur: situado en Sainte-Anne. En media hora de subida verás increíbles paisajes de la bahía de Le Marin y gran parte del sur de la Isla. Casi mejores que las de Morne Larcher.
Las vistas desde lo alto de Morne Larcher te dejarán boquiabierto
7. Bucear en Diamant o en Saint Pierre
La isla de Martinica está en el Caribe, y el Caribe es sinónimo de aguas turquesas a 30 grados y de gran biodiversidad marina.
Por tanto, descubrir los tesoros que yacen bajo el mar es una actividad imprescindible. La cuestión es: ¿Dónde?
Para mí, hay dos lugares que destacan por encima del resto.
El primero es la roca de Diamant, situada en la costa suroeste. Este spot es de los que mayor reputación tiene en la isla: gran variedad de corales y peces, misteriosas cuevas y preciosos túneles submarinos. Sin embargo, también hay muchas corrientes, con lo que hay que tener un buen rodaje bajo el agua (se aconseja tener el nivel 2: autónomo a 20 metros).
El segundo es la zona de Saint Pierre. Cuando la Montagne Pelée entró en erupción en 1902, la lava salió a presión y descendió a 600 kilómetro por hora, arrasando por completo esta ciudad y muchos de los barcos que había en la costa. Estas embarcaciones hundidas (más de 20) se han convertido en conocidos lugares para bucear. Los hay a todas las profundidades y para todos los niveles. Una oportunidad única para combinar deporte e historia en una sola actividad.
Buceando en la isla de Martinica
8. Realizar un día de canyoning o barranquismo
Si eres un amante de la naturealeza, el canyoning es una actividad perfecta para entrar en contacto con ella.
Acompañado de un monitor titulado y equipado con arnés, casco, mosquetón y cuerdas, podrás recorrer zonas habitualmente inaccesibles. Caminarás entre piedras y ríos, saltarás desde acantilados sobre piscinas naturales y descenderás en rappel entre cascadas. Un verdadero chute de adrenalina.
Nuestro guía, Max, nos hizo un recorrido sencillito de unas 4 horas que terminó en la cascada du Gendarme. No obstante, hay muchas otras zonas de diferentes niveles, como Morne Verte, la Rivière Mitan o Absalon.
Una alternativa sencilla y familiar al canyoning es visitar las Gorges de la Falaise. Se trata de un pequeño recorrido a pie por un estrecho cañón que termina en una bonita cascada (90 minutos ida y vuelta). Es apto para todos los públicos y no requiere ningún tipo de equipamento. El guía, sin embargo, es obligatorio.
Canyonig en la isla de Martinica, contacto directo con la naturaleza
9. Disfrutar de sus mejores playas a la carta
La Isla de Martinica es hogar de preciosas playas, tantas que puedes elegir a la carta en función de tus deseos y necesidades del momento. ¿Algún ejemplo?
Si quieres nadar con tortugas, una de las mejores playas es Grande Anse d`Arlet, en el sur.
Si te apetece bañarte y luego ir a un restaurante criollo típico (bueno, bonito y barato), ve a La Brèche y come en Ticarbet (cerca de Tartane)
Si lo que quieres es hacer un Bivouac y pasar la noche bajo las estrellas, te recomiendo Anse l`Étang; una preciosa playa equipada con mesas, duchas y árboles para colgar tu hamaca. Al lado de la Brèche.
Si quieres una playa romántica, mi preferida en Anse Figuier, en el sur, cerca de Saint Luce. Otra opción es Anse Grosse Roche, cuyo corazón de piedra y aislada ubicación hacen de ella la playa perfecta para un romántico beso.
Sin embargo, mis playas favoritas son Anse Michel y Grande Anse des Salines, ambas situadas en la punta sur-sureste. Ambas encarnan perfectamente el estereotipo de playa caribeña típica: fina arena blanca y aguas permanentemente turquesas.
Anse Michel, una de las mejores playas de la Martinica
10. Hacer un trekking por la costa sureste (Trace des Caps)
Una de las zonas de trekking más bonitas en la isla de Martinica es la costa sureste, conocida como Trace des Caps.
Este recorrido empieza en Macabou (al sur de Vauclin) y termina más allá de la punta sur de la isla, en Anse Caritan. En total, unos 27 kilómetros de orografía prácticamente plana que pueden recorrerse en unas 12 horas.
Lógicamente, este trayecto se puede dividir en varias etapas (lo cual es muy recomendable). Mi parte favorita es la que va desde Anse Trabaud hasta la Playa de Grande Anse des Salines.
Este trekking, de 6 kilómetros, se recorre en apenas dos horas, pero permite observar lo mejor de la costa martiniquesa.
Se empieza pasando por preciosas calitas y bordeando increíbles acantilados erosionados por los constantes azotes del mar. Seguidamente, se llega a la Savane des Petrifications, una zona árida repleta de extrañas rocas y cactus que recuerdan al desierto de México.
La excursión termina en una de las mejores playas de la isla, Grande Anse des Salines, donde no podrás resitir la tentación de darte un baño y comer en un restaurante criollo local.
Paisaje durante el trekking por la costa sureste (Trace des Caps)
11. Vivir el Carnaval de la Martinica
Si estás en la isla a finales febrero, no te pierdas el carnaval de la Martinica, una explosión de júbilo que llega a cada uno de sus rincones.
Los eventos más conocidos se celebran en Fort-de-France durante cinco días seguidos. Cada jornada, el código de vestimenta es diferente: multicolor, rojo o del sexo contrario. El último día hay que vestirse de negro y se clausura la fiesta con la quema del Vaval, una gigantesca figura hecha de cartón y madera.
Esa semana es una verdadera locura. Nadie trabaja y casi todo el mundo participa de una u otra forma en los eventos. Sólo tienes que disfrazarte y mezclarte entre la multitud o, si te apetece, infiltrarte con cualquier grupo temático que esté desfilando.
Te dejo un pequeño video (de 1 minuto) del carnaval que pasé en Martinica
12. Ir a la cascada Coulèvre
Una de las más bonitas de la isla de la Martinica.
Para acceder hasta ella hay que seguir hacia el norte desde Le Precheur hasta que se termina la carretera, que bordea la costa noroeste de la isla.
Desde el parking, se toma el camino de acceso a la playa y, a los pocos metros, hay que desviarse a la derecha por un caminillo que se interna en las profundidades del bosque. Se tarda una hora en llegar.
La cascada, de unos 130 metros de altura, es preciosa. Y a pesar de no ser excesivamente caudalosa, es un espectáculo verla caer por esa enorme pared de granito rodeada de exuberante vegetación.
Los 130 metros de caída de la cascade Coulèvre
13. Caminar desde Anse Coulèvre à Grand Rivière
Sin duda, la excursión más espectacular del norte de la isla, y una de mis favoritas.
El mismo camino que lleva hasta la playa de Anse Coulèvre (ver apartado anterior) sigue bordeando la costa durante 16 kilómetros hasta el pueblo de Grand Rivière.
El recorrido es para quitar el hipo: densa vegetación tropical, playas vírgenes y vertiginosos acantilados. Por el camino pueden verse cascadas y, si tienes ojo de explorador, incluso tarántulas, que viven en nidos formados por dos simples hojas solapadas.
El trayecto suele cubrirse en unas 6 horas, y alterna continuamente subidas con bajadas.
Finalmente, al llegar a Grand Rivière, viene lo más divertido: volver a Anse Coulèvre en un pequeño barco. Durante los 30 minutos de navegación puedes ver todo el trayecto desde el mar y deleitarte con las curiosas formas que la erosión ha ido dando a las rocas.
Consejo: El día antes de la excursión, llama a Omer (+596696445066 o +596696389068), el capitán del barco que realiza el trayecto. De esta forma, te estará esperando al final de la excursión.
Izquierda, las fabulosas calitas del norte de la isla de Martinica. Derecha, una tarántula martiniquesa
14. Ir a pie hasta el Tombolo durante la marea baja
El Tombolo es un islote que se encuentra frente al pueblo de Sainte Marie.
Durante gran parte del año, el Tombolo sólo es accesible en barco, pero desde enero hasta abril, puede visitarse a pie durante la marea baja.
En ese momento, las aguas se abren para dar lugar a un pequeño caminito de arena que lleva hasta la Isla. Me sentí como Moisés cruzando el mar rojo.
Una vez en el Tombolo, puedes subir hasta dos de sus picos y, desde allí, ver las impresionantes vistas de Sainte Marie y su playa.
Consejo: mira bien los horarios de las mareas y vuelve antes que ésta suba y cubra por completo el camino de vuelta.
Vistas desde lo alto del Tombolo de Sainte-Marie durante la marea baja
15. Recorrer el Canal des esclaves
Una excursión sencilla pero vertiginosa.
El Canal des esclaves (o de Beauregard) es un antiguo canal que abastece los cultivos costeros con las aguas del río Carbet.
Hoy en día, este canal puede recorrerse en un par de horas inolvidables. Las vistas de los valles que atraviesa son para enmarcar.
La excursión no es nada exigente a nivel físico, pero si tienes vértigo, mejor piénsatelo dos veces, pues en ocasiones bordea peligrosos acantilados que requieren estar concentrado y tranquilo.
Recorriendo el Canal des Esclaves
16. Visitar una habitation
En Martinica es típico visitar una habitation.
Este término designa las antiguas casas de los colonos, que solían explotar sus cultivos (y sus esclavos) desde la comodidad de su hogar y su privilegiada situación económica.
Las habitaciones de hoy en día suelen ser grandes casas coloniales restauradas que cuentan con impresionantes jardines y, frecuentemente, con destilerías de ron.
Una actividad tranquila, ideal para hacer en familia.
Algunos ejemplos de habitation son:
Habitation Céron: famosa por la fabricación artesanal de chocolate y por su precioso jardín, que incluye el árbol Zamana, ganador del premio al árbol más bonito de Francia de 2016.
Habitation Depaz: conocida por su destilería de ron, que puede visitarse de forma gratuita.
Habitation Clément: la más famosa de todas. Sus jardines son increíbles, mientras que la casa alberga una famosa exposición de arte que se renueva continuamente. También tiene una conocida destilería de ron que abastece toda la isla.
El majestuoso Zamana, en la Habitation Céron, declardo, fue declarado el árbol más bello de Francia en 2016
17. Surfear en la Plage des surfeurs
La Martinica es también un lugar ideal para practicar surf.
A lo largo de su costa atlántica hay spots para todos los niveles. Para principiantes y practicantes de nivel medio, la Plage des Surfeurs, cerca de Tartane, es el mejor lugar. Si eres experto, puedes ir a Le Lorrain o incluso a Basse Pointe, donde cada año se celebra una competición internacional.
En mi caso, surfear en Tartane fue una de las actividades que me ocupó prácticamente todos los fines de semana durante mi estancia.
Sin duda, la isla de Martinica convirtió las olas en mis mejores amigas.
Para terminar, te dejo un mapa de Martinica con los todos lugares que te acabo de comentar, creo que te será de gran utilidad 😉
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Y éstas son, para mí, las 17 actividades y lugares de Martinica que no puedes perderte.
¿Qué te ha parecido? ¿Añadirías alguna más? ¡Cuéntamelo en los comentarios, justo aquí abajo!
P.D. Si quieres saber más sobre la Martinica no te pierdas este artículo sobre las 10 cosas que más me sorprendieron a mi llegada o este video de 6 minutos, donde resumo los 6 meses que pasé en esta preciosa isla.
Hola Ubay!
Me gustó mucho tu artículo. Te cuento que estuve en la Isla en una parada de Crucero y ahora que viajo a Miami, Cuba y Puerto Rico, me gustaría saber si hay ferries que lleguen a Martinica desde alguno de estos sitios, ya que en avión los pasajes son muy caros.
Muchas gracias por tu tiempo, y seguiré disfrutando de tus artículos.
Saludos cordiales.
Hola Adriana, me alegro que te gustase el artículo. Ojalá puedas comprobar los 17 lugares y actividades por tu propio pie.
Desgraciadamente, desde los lugares que comentas no hay transporte público regular marítimo. Otra cosa es que contrates un crucero por le Caribe. Y sí, sé que los vuelos son muy caros. Incomprensiblemente te sale al mismo precio ir a Martinica desde Europa que desde Cuba, por ejemplo.
Un fuerte abrazo y felices viajes
Hola! he estado leyendo tus post sobre Martinica. Estoy preparando un viaje a Caribe y no acabo de decidirme entre Martinica o Rp. Dominicana. ¿Lo recomiendas como destino? Buscamos sobre todo turismo de mar. nadar, snorkle… vamos con dos niños pequeños.
gracias!
Hola Mon,
Nunca he estado en Rp. Dominicana, así que no puedo hablar desde la experiencia personal, aunque sé que hay lugares muy turísticos adaptados a familias.
En cuanto a Martinica, sí es recomendable para familias y para el turismo. Podéis hacer muchas actividades de sol y playa, que veo que es lo que os interesa. Eso sí, piensa que es un lugar pequeño, así que si os gusta moveros mucho y tenéis mucho tiempo se os puede hacer pequeño, o necesitaréis ver islas cercanas.
Tened en cuenta también que es una isla cara en todos los sentidos, así que no penséis que iréis de baratillo. Por lo demás, es un lugar bastante seguro. Y tampoco olvidéis que se habla francés.
Un abrazo y feliz viaje
Hola Ubay,
Estuve en Martinica en 2012 pero pocos días pero tengo tan buenos recuerdos que estoy deseando volver y ahora en familia, me podrías decir si Tartane es una buena para alojarse en busca de playas tranquilas para niño de 2 años.
Estaba mirando Sainte Luce o Sainte anne pero he visto que es más económico en Tartane…Buena agradezco mucho cualquier opinión 🙂
Hola Denise,
Pues seguro que en Martinica vuelves a encontrar aquello que tanto echas de menos.
Tartan sí, es una buena zona para alojarse en familia en busca de playas tranquilas. Es una de las zonas «chic-beverly hills-blanquitos». Traducido: la típica región idílica donde se agrupan expatriados (o franceses de «metropole») en búsqueda de un lugar tranquilo donde reunirse, organizar barbacoas y surfear. A mí, personalmente, no me gusta; pero es el lugar de elección de muchos fisioterapeutas españoles de la isla.
Así pues, creo que en Tartane acertarás. Conozco bien la zona, pues es donde yo suelo moverme. El Sur no lo conozco para vivir, pero si dices que Tartane es más económico ¡no quiero ni imaginarme los precios que hay en Saint Luce o Sainte Anne!
En fin, buena suerte y feliz regreso.
Un abrazo
Hola voy a Martinica en enero de 2022.Voy sola y me gustaría que me dijeras de una zona buena para estar y también si vale la pena ir cambiando de ciudad o quedarse fijo en un sitio.Gracias
Hola María,
Respondiendo a tus preguntas. En cuanto a la zona, déjalo según el trabajo que encuentres antes. Y, si vas sin trabajo, lo más fácil para ello es Fort-de-France o Lamentín (lo más industrializado y poblado). El sur es paradisíaco, soleado y bonito. Y luego el norte y noreste es más salvaje y surfero. Según tus gustos.
Lo de cambiar de ciudad depende de tus gustos, tu trabajo y el plan que vayas. Una vez te estableces te quedas. Si no lo tienes claro, puedes probar de vivir en varios sitios hasta que encuentres el tuyo.
Si vas de vacaciones, y no para trabajar. Yo iría al sur unos días y luego a la zona de tartane-La Caravelle. De todas formas, al ser un lugar más bien pequeño, con tu coche puedes ir a cualquier parte sin necesidad de moverte.
Un abrazo