El universo está regido por leyes universales, perfectas e inquebrantables, como la ley de causa y efecto.
Estas leyes universales son omnipresentes, es decir, actúan en todo momento y en todas las facetas de nuestra vida. Por tanto, es bueno conocerlas ya que, de este modo, jugaremos con ventaja cuando tengamos que salir ahí fuera y vivir nuestra vida.
Es por ello que hoy quiero hablarte del instinto de supervivencia y de la ley de la inercia, dos leyes íntimamente relacionadas capaces de salvarte la vida y mantener lo establecido; pero también de limitarte, estancarte y evitar tu crecimiento personal.
En este artículo descubrirás cómo operan estas 2 leyes en tu vida y te contaré cómo y cuándo deberías acabar con ellas para seguir desarrollándote sin impedimentos.
¿Qué es el instinto de supervivencia y dónde actúa?
El instinto de supervivencia es la habilidad intrínseca que tienen todos los seres vivos de superar las agresiones o cambios del medio (externo o interno) con el objetivo de seguir vivos y, por ende, de preservar la especie.
Si intentas matar a una mosca, ésta saldrá volando a toda velocidad para salvarse. Si intentas matar a un gato, éste erizará la piel y te llevarás unos cuantos arañazos. Y, si intentas matar con tus propias manos a un león, probablemente quien acabe muerto seas tú.
Sin embargo, mi definición se queda corta, pues el instinto de supervivencia es una ley universal y, como tal, afecta todos los ámbitos de la realidad, desde la política hasta la sociedad, pasando por las ideas e incluso los objetos. Te daré algunos ejemplos.
Si intentas hacer cambiar de idea a tu interlocutor, éste va a resistirse y, antes de lograrlo (si lo logras), será necesario un intenso intercambio de argumentos que ponga en evidencia su punto de vista. Y es que las ideas, al igual que los seres vivos, también tienden a sobrevivir.
Si intentas cambiar la sociedad sucede lo mismo. Antiguamente, la mujer no votaba, no había jornada laboral de ocho horas, ni existía seguridad social o pensiones de jubilación. Lógicamente, estos privilegios no se implementaron de la noche a la mañana; y, antes de que pudieran ver la luz, tuvo que haber manifestaciones, encarcelamientos e incluso muertos durante años. Porque la sociedad, como cualquier ser vivo, se resiste a cambiar hasta que dicho cambio se convierte en una necesidad.
En la política, la dinámica se repite. Si Cataluña quiere independizarse de España, por ejemplo, esta última va a resistirse con todas sus fuerzas, ya que ello supone la “muerte” de su integridad nacional. No obstante, España ya perdió a México, Guatemala, Filipinas, Argentina y muchas de sus otras excolonias; pero no sin que antes hubiera guerras, muerte y devastación de por medio. Un país sólo acepta dividirse cuando mantener una región resulta insostenible, o poco rentable.
Y en tu vida personal también sucede lo mismo. Si quieres emanciparte, vivir con tu pareja, tener un hijo o montarte tu propia empresa, sabes que vas a tener que alimentar tu “nueva vida” a base de trabajo y esfuerzo. ¿Por qué? Porque la vida que llevas ahora mismo también tiene su propio instinto de supervivencia y, por tanto, se resiste a cambiar. Además, cambiarla requiere energía; tanta, que sólo cambiamos cuando no nos queda más remedio.
El instinto de supervivencia está presente en todos los ámbitos de la vida. Foto vía Shutterstock
La ley de la inercia: el guardaespaldas del instinto de supervivencia
Como ves, el instinto de supervivencia de animales, objetos, sociedades o estilos de vida hace que sea difícil matarlos (cambiarlos, transformarlos, modificarlos…).
Esto es así porque dicho instinto de supervivencia está protegido y garantizado por otra ley universal: la ley de la inercia: la primera ley de la mecánica clásica de Newton.
Esta ley afirma que: “Todo cuerpo tiende a mantener su estado inicial (reposo o movimiento) a menos que se le aplique una fuerza externa” (o interna, añadiría yo).
Es decir, si tienes un palo clavado en el suelo, éste va a estar ahí toda la eternidad a menos que un fuerte viento, un movimiento de tierra o una persona pasen por allí y lo arranquen. Y, si vas a 200 km/h en tu coche, éste va a seguir avanzando de forma ilimitada a menos que aprietes el freno, que haya un impacto o que la fuerza de fricción del asfalto contra las ruedas acabe por frenarlo.
La ley de la inercia, al igual que sucedía con la del instinto de supervivencia, es aplicable a todos los ámbitos de la vida.
Un mosquito seguirá vivo hasta que no le des un guantazo (fuerza externa), o hasta que otras agresiones de la vida lo maten, pues la ley de la inercia tiende a mantenerlo operacional indefinidamente.
Una persona va a seguir con su forma de pensar a menos que la fuerza de los argumentos de alguien (o los varapalos que le dé la vida) sean lo suficientemente convincentes, y es que la inercia tiende a mantener nuestras ideas tal y como están.
Una sociedad no cambia su forma de organizar la vida de sus ciudadanos hasta que éstos no ejercen la suficiente presión diplomática, intelectual, política o incluso violenta para cambiarla. De nuevo, la ley de la inercia hace que los sistemas establecidos tiendan a permanecer inmóviles.
Un país nunca va a dividirse hasta que otro más fuerte le obligue a hacerlo; o hasta que las condiciones económicas, sociales o ambientales hagan que dicha división sea el mejor camino para seguir sobreviviendo.
Una persona nunca va a mover el culo para irse de casa de sus padres a menos que lo echen, o a menos que esté convencido de que su vida sólo va a mejorar emancipándose. Tampoco nadie va a pasarse cinco años estudiando si no ve claro que necesita esos estudios para obtener el dinero, el prestigio o la realización que anhela.
Porque romper la ley de la inercia requiere un gasto energético importante; y porque todos tendemos a cumplir otra ley, la del mínimo esfuerzo. Por tanto, ¿cuándo solemos cambiar? Cuando nuestra integridad esté comprometida; o cuando la vida que hemos llevado hasta ese momento deja de tener sentido. En ese instante, cambiarla se convierte en la única forma de “sobrevivir”.
¿Cuándo superar el instinto de supervivencia y la ley de la inercia y empezar a «matar»?
¿Cuándo superar el instinto de supervivencia y empezar a matar? Foto vía Shutterstock
Si todo va bien y estás contento con la vida que ves, que vives y que tienes, no debes hacer absolutamente nada. En ese caso, estas 2 leyes juegan a tu favor de forma natural:
El instinto de supervivencia hace que todo tienda a sobrevivir (rutinas, ideas, objetos, sociedades, países…).
Y la ley de la inercia nos asegura que todo siga tal y como está; pues, para que algo cambie, debemos hacer un considerable gasto de tiempo y energía. Así que todo en orden.
El problema empieza cuando las cosas dejan de ir bien; esto es, cuando no estás de acuerdo con algo, cuando quieres hacer un cambio radical en tu vida; o cuando tienes dificultades, necesidades o sueños difíciles de cumplir. ¿Por qué?
Porque para cambiar las cosas vas a tener que currártelo y, como te iba diciendo, vas a tener que invertir tu tiempo, tu dinero y/o tu energía. De otro modo, todo va a permanecer igual.
Ese mosquito de la habitación te seguirá picando, vas a seguir en ese trabajo de mierda que tan poco te gusta, vas a continuar en el paro, o vas a seguir alimentando esa relación tóxica que te amarga la vida.
A nivel colectivo, también tenemos que actuar si no estamos de acuerdo con la corrupción política, con los recortes en sanidad y educación, con la deforestación de los bosques, con los desequilibrios sociales, con la pobreza…
¿Cómo sería nuestra sociedad si las generaciones pasadas no se hubiesen movilizado contra aquello que sentían que no era justo? Seguiríamos estando esclavizados 14 horas al día en nuestro trabajo, no tendríamos seguridad social, las mujeres seguirían sin poder votar, no habría pensiones y las vacaciones pagadas serían una utopía.
Pero mi pregunta era: ¿cuándo tienes que romper la inercia?, ¿cuándo hay que superar el instinto de superviviencia y empezar a matar ideas, rutinas, formas de pensamiento y viejas costumbres?
La respuesta es fácil, y te la acabo de dar: cuando haya algo en tu vida que no te guste. Cuando ese algo te haga sentir estancado, frustrado o infeliz. Cuando lo que haces ya no te dé el resultado que esperas. Cuando tu vida ya no te ilusione. Cuando te apetezca crear algo nuevo. Y cuando veas a tu alrededor injusticias que ya no puedas soportar.
Entonces piensa, visualiza tus metas y tus ideales, y decide si realmente quieres luchar por ellos hasta el final.
No te centres en lo que puedes perder; sino en todo lo que puedes ganar, en cómo te sentirás cuando logres tu nuevo objetivo, y en la persona en que te convertirás tras esa muerte simbólica. ¿Te hará feliz?, ¿habrá valido la pena?, ¿lo deseas con todas tus fuerzas? Si la respuesta es sí, no lo dudes, ha llegado el momento.
Ya no hay vuelta atrás, tienes que empezar a matar lo viejo. Tienes que ponerte manos a la obra.
No desfallezcas.
¿Qué ocurre después (y durante) la muerte?
Repito. No desfallezcas. Porque toda muerte es dolorosa.
De hecho, todo cambio o nuevo inicio supone una muerte, real o simbólica. Y, como sabemos, los cambios y nuevos inicios requieren adaptación, trabajo y perseverancia. Suponen recomenzar, reaprender y, por supuesto, invertir una gran cantidad de recursos.
Durante ese proceso de cambio vas a recibir críticas, vas a dudar de tus decisiones, y tendrás que hacer frente a un sinfín de dificultades que mermarán tu energía y tu fuerza vital.
Lo que ocurre después y durante la muerte. Foto vía Shutterstock
Pero, si has pensado bien en lo que quieres, sabrás que el esfuerzo vale la pena, porque eres consciente de que al final del túnel encontrarás la luz. Y porque sabes que ya no puedes volver hacia atrás.
Porque cuando algo dentro de ti cambia, sabes que tu vida también debe cambiar, puesto que ya no le encuentras sentido a vivirla como lo habías hecho hasta ahora. Y entonces no te importará luchar hasta el final para conseguir aquello que desees.
Por ello, hoy te invito a que mates todo aquello que ya no te sirve, y que des todo lo que tengas para lograrlo y obtener aquello sin lo cual tu alma ya no quiere vivir.
¿Quieres dejar ese trabajo que consume tu tiempo y tu energía?
¿Sueñas con crear un nuevo estilo de vida en otro lugar, en otro país o en otro ambiente?
¿Quieres dejar de lado tu timidez, tu orgullo o tu ira para mejorar tu relación con los demás?
¿Quieres convertir la sociedad en un lugar mejor haciendo algo que te llene?
Pues hazlo, y empieza hoy mismo. Una nueva y mejor vida te espera al otro lado.
Para hacerlo, deberás acabar con viejos patrones que te limitan, y que no tienen intención de irse. Y, para lograrlo, deberás luchar hasta el final.
Pero, si realmente deseas una nueva y mejor vida, lo harás, porque esa nueva vida, aunque sólo esté en tu mente, ya habrá nacido; y también quiere sobrevivir, con todas sus fuerzas. Pero debes alimentarla como se merece.
¿A qué esperas?
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¿Y tú? ¿Estás dispuesto a luchar por cambiar tu vida? ¿Qué viejas costumbres, pensamientos o creencias tienes que “matar” para lograr tus objetivos? ¿Cuáles son los logros que cambiaron tu vida?, ¿Fueron difíciles de conseguir?
Cuéntanos tu experiencia sobre cómo acabaste con el instinto de supervivencia de aquello que te impedía avanzar y cómo venciste la ley de la inercia que te barraba el paso.
P.D. Foto de portada vía Shutterstock
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P.D.2. Este artículo es parte de mi libro “Las reglas del juego”, donde desarrollo en profundidad éste y muchos otros temas. Puedes comprarlo clicando el link.
En primer lugar me gustaría felicitarte por la profesionalidad y el contenido del blog, que han logrado llamar mi atención y visitarlo en repetidas ocasiones ¡Enhorabuena!
Respecto al post, me ha encantado, me has hecho aprender cosas nuevas y recordar otras que tenía olvidadas. Gracias.
Recibe un abrazo afectuoso
¡Hola César! Gracias por tus palabras. Me alegro de que el post te haya gustado y que haya podido aportarte cosas positivas.
Espero que el contenido del blog siga atrayéndote de forma regular y ojalá que en él puedas encontrar respuestas, recordar verdades y pasar buenos momentos.
Un fuerte abrazo para ti.
BUENAS TARDES UBAY,
MI ENHORABUENA, POR SEGUIR TU CAMINO, DE APRENDER DE CADA DÍA, Y DE APORTAR TUS EXPERIENCIAS A TODO EL MUNDO, QUE SIEMPRE VIENE BIEN PARA LAS DIFERENTES SITUACIONES DE CADA UN@ Y EN LAS DIFERENTES ETAPAS DE LA VIDA DE EVOLUCIÓN.
UN SALUDO!!!!!
¡Hola Toñi!
Gracias a ti por leerme y por aportar tu granito de arena comentando…
¡Un abrazo!
Entre a leer este articulo porque estaba buscando una respuesta a lo siguiente : Mi amiga , una profesional destacada está consumiendo mucho alcohol , es joven e inteligente y no encuentro razón para que beba tanto, supongo que es una falla en su instinto de supervivencia. Tiene mucho exito en su trabajo pero el ideal de su vida es : tener mucho dinero, no trabajar, viajar , y disfrutar de la vida así. ¿Que pasa cuando el ideal no es algo realizable? No se me ocurre nada, no se que decirle, pasa por la vida como algo que hay que hacer pero que no le despierta el espíritu. ¿Como hago para que le agrade el conseguir objetivos? No le interesa en absoluto eso de trabajar, ganar bien e ir construyendo el futuro, lo intenta, pero no le interesa como motor de vida. Su ideal sería conseguir un millonario y tenerlo todo ya, pero ¿como se lucha por un «ideal» asi? Un logro de esa naturaleza depende de otra persona. Tiene estudios universitarios, sabe 5 idiomas , es brillante en su trabajo, es muy bella pero su mente es rara.
¡Hola Rosalía!
El caso que me planteas es difícil de solucionar mediante un simple comentario de un artículo. El problema de tu amiga puede tener muchas causas, muchas motivaciones y, por tanto, múltiples formas de abordarlo para que pueda solucionarse y encontrarse a sí misma.
Como ves, el hecho de tener una vida «ideal», es decir, una profesión destacada, idiomas, juventud, belleza, no nos hace felices. Probablemente tenga que hacer un trabajo interno de introspección y autoconocimiento para encontrar su verdadero sentido y propósito existencia. Aquí sí suele estar la clave de la felicidad, encontrar el «para qué». Y eso es un trabajo de base importante. Mi libro «El despertar de la Esencia» http://amzn.to/2gvojDW le iría muy bien. Tal vez le daría un nuevo enfoque a su vida y daría buenas ideas y consejos. Prueba a regalárselo. Nunca se sabe de dónde puede acabar proviniendo la llave que nos ayude a «despertar»
De todas formas, tal vez sea necesario algún profesional orientado a su problemática. Puede que sea un coach, un psicólogo, un hiponoterapeuta, un filósofo, un experto en reorientación profesional…Tú conoces más a tu amiga, así que te invito a que dialogues con ella e intentéis buscar conjuntamente una solución.
Suerte con tu amiga, y espero que encuentre su luz y su camino.
Un abrazo
Hola rosalia!
Te felicito por tu interes en ayudar a tu amiga.
Despues de leer today las recomendaciones para hacerla entender, tambien cuenta que tu misma te cuides de ella un poco.
En el camino a entender la vida podemos encontrar personas muy adelantadas en comprender lo que tu misma no alcanzas todavía.
Cuidado!…yo veo tambien peligro potential para ti.
Brother… o sister jajaja que buena publicación! Además de ser excelente para transmitir tus ideas, tu energía y todo tu ímpetu, tratas a el instinto de supervivencia de una manera única entre los 6,000,000 de resultados que arrojó Google. Es parte fundamental de lo que estaba buscando y por eso te agradezco infinitamente.
Hola Diego,
Me alegro que el artículo y el enfoque te haya gustado y haya podido aportarte algo positivo o útil para tu vida. Así que un placer.
Un abrazo y hasta la próxima
Gran articulo
¿Me podrías decir cuál es tu bibliografía?
Hola Salvador,
Me alegra que te haya gustado el artículo.
Lamento decirte que no hay bibliografía. Me explico. Al hablar de leyes tan conocidas, como la del instinto de supervivencia. O la de la inercia, tan extensamente estudiada por la física, no me parece relevante citar bibliografía técnica.
Cualquiera que haga un mínimo de búsqueda encontrará infinidad de información sobre estas leyes. Por otro lado, este artículo se basa en mis propias reflexiones filosóficas, en las que extrapolo estas leyes de forma práctica a la vida cotidiana.
Si te interesa profundizar más sobre ésta y muchas otras leyes universales desde un punto de vista filosófico y práctico, te recomiendo mi libro: «Las reglas del juego». Te dejo aquí el link: https://amzn.to/37m2OPC
Ojalá te guste y te aporte buenas ideas.
Un abrazo
Otra prueba de que el libre albedrío existe a mí parecer, la gente que defiende sus ideas, defiende su verdad, yo nunca dejaré que me la cambien.
Permíteme entrar en discrepancia, pero defender sus propias ideas y mostrarse impeturbable e inflexible con ellas no creo que sea prueba de libre albedrío.
Si comentaras exactamente lo contrario, sonaria como un argumento casi mejor a favor de ser esclavos de nuestras ideas mentales fijas, ¿no crees?