Tres hábitos y una lección…
Todos tenemos objetivos y sueños que cumplir. Y para que éstos se conviertan en realidad existen muchas vías y estrategias que podemos aplicar.
Una de estas vías es la adquisición de buenos hábitos. Por ello, en el artículo de hoy voy hablarte de los 3 hábitos que mejor me han funcionado hasta el momento. Otra de las vías es aprender de las lecciones que te da la vida, por ello, también te contaré una de las mayores lecciones que he adquirido con el paso del tiempo.
Antes de comenzar, quisiera comentarte que el contenido de este artículo se basa en mis conocimientos sobre nutrición, coaching físico y terapias, campos profesionales en los que estoy especializado. Pero sobre todo en mi experiencia personal, pues los casos reales tienen siempre mayor impacto y ese plus de credibilidad que espero saber transmitirte.
Por último, decirte que este artículo lo escribí como autor invitado en uno de los blogs de referencia en el ámbito de la salud y estilo de vida: Habitualmente. Te recomiendo encarecidamente que le eches un vistazo.
Espero que cuando hayas leído el artículo puedas aplicar sus contenidos de forma práctica a tu vida para mejorar tu rendimiento y lograr tus metas. Así pues, sin más dilaciones, empecemos por el primer hábito que te aconsejo adquirir.
1. Llevar una alimentación equilibrada y adaptada a tus necesidades: somos lo que comemos
Un buen desayuno para empezar el día con buen pie
A los 15 años me puse enfermo, aparentemente un resfriado, sin más. Sin embargo, pasaron los meses y la cosa no mejoraba.
Durante 6 meses seguí tosiendo y expectorando como si fuese el primer día. Mis padres estaban muy preocupados, así que fui pasando de médico en médico. De especialista en especialista. Unos decían que era tuberculosis, así que pasé los tests pertinentes: negativos. Otros decían que era bronquitis crónica. Y otros no tenían ni idea y optaban por recetarme remedios estándar, como jarabes mucolíticos, o aconsejarme beber mucha agua. Incluso fui a un balneario cercano para tratarme con inhalaciones de aguas sulfurosas
Finalmente, acabé en la consulta de un especialista en nutrición, el último lugar donde hubiera esperado mi curación. Tras estudiar mi caso en particular, su tratamiento consistió en modificar mis hábitos nutricionales, como aumentar el consumo de verduras y fruta fresca, restringir el consumo de lácteos y limitar mi ingesta de trigo. Tan simple como esto.
A los 15 días, todos mis problemas habían desaparecido como por arte de magia. En ese momento me di cuenta de la importancia de la dieta y los hábitos alimentarios a la hora de mantener y recuperar la salud. Han pasado ya muchos años de aquello, pero todavía hoy sigo manteniendo muchas de aquellas pautas. Aquella experiencia me brindó muchos aprendizajes y motivó que, más adelante, desarrollase un profundo interés por la nutrición.
Éstas fueron algunas de las cosas que aprendí:
- Uno es lo que come, literalmente. Si comes basura, te conviertes en basura. Y tu salud así lo refleja. Si comes adecuadamente, tu salud y tu rendimiento mejoran. Es un hecho demostrado científicamente incluso a nivel biomolecular.
- Las dietas no funcionan. Una dieta es un cambio puntual de la forma de comer. Por tanto, cuando la dieta termina, los problemas vuelven y los beneficios desaparecen. Sí, incluso los quilos de más vuelven…y con intereses…
- La única opción nutricional para mejorar tu salud y lograr objetivos realistas a largo plazo es crear buenos hábitos alimentarios de forma permanente.
2. Realizar actividad física de forma regular: convierte tu cuerpo en la herramienta perfecta
Tu cuerpo, al igual que un coche, necesita mantenimiento
Un par de años más tarde, cuando llegó la hora de ir a la universidad, decidí estudiar Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Sin embargo, estaba demasiado obsesionado con sacar una buena nota académica para la universidad, así que dejé de lado las pruebas físicas de acceso. Me las preparé una semana antes. El resultado: suspenso, claro.
Al año siguiente, empecé otras formaciones y, simultáneamente, me preparé las pruebas físicas a conciencia en una academia. A pesar de tener una constitución delgada y endeble, empecé a progresar rápidamente. Más adelante, añadí al entrenamiento específico un trabajo de musculación y empecé a manipular mis hábitos nutricionales para optimizar mi rendimiento.
Los resultados me sorprendieron a mí mismo. En un año gané más de 10 kilos limpios de músculo y superé con creces las pruebas físicas de acceso. Quedé tan sorprendido con el cambio físico que experimenté y los beneficios que obtuve que decidí convertir la actividad física en un hábito permanente.
¿Por qué motivos? Porque…
- Tu cuerpo es tu principal herramienta de trabajo en la vida y, ¿sabes? También requiere atenciones, al igual que tu coche. Y el ejercicio es una de las mejores atenciones posibles ¿A qué esperas para cuidar de él?
- Todo lo que no se usa se pierde. Tu cuerpo no es una excepción. Si no lo solicitas y lo estimulas pierde sus funciones y enferma.
- La actividad física regular protege de enfermedades como la artrosis, la diabetes, la hipertensión arterial o la depresión, por citar unas pocas.
- El ejercicio físico cotidiano no sólo mejora tu salud física, sino también mental. Hacer actividad física regular despeja tu mente, mejora tu autoestima, aumenta tu vitalidad y tus ganas de vivir…En definitiva, te hace más feliz.
- Un buen programa de ejercicio (junto a una buena alimentación) es una de las mejores formas que conozco para mejorar tu rendimiento en la vida, el deporte más duro que existe.
3. Meditar de forma cotidiana: convierte tu mente y tu alma en tus mejores aliados, uno de los hábitos definitivos
Meditar te permite estar en armonía con tu mente y tu alma
Hasta ahora me he centrado en la parte física del ser (alimentación y ejercicio físico), pero ¿qué hay de la parte mental y/o espiritual?
Es innegable que la alimentación y el ejercicio físico tienen ya de por sí un impacto a ese nivel. ¡Qué mejor forma de concentrarse que haber comido correctamente, y qué mejor estrategia para despejar la mente que ir a correr o hacer unos cuantos largos en la piscina!
Sin embargo, hace tiempo que descubrí otra herramienta para convertir la mente y el alma en mis mejores aliados: la meditación. Cuando aprendes a meditar, es suficiente con 15 minutos para recuperar la calma y conectar contigo mismo. Cuando empecé a practicarla y descubrí el verdadero potencial de esta técnica milenaria estuve estudiándola para poder dominarla y sacarle el máximo partido.
Actualmente, medito diariamente. Además, es una práctica que puedes realizar por tu cuenta de forma segura. Sólo necesitas un lugar tranquilo, sentarte y respirar adecuadamente. A partir de ahí, con unas simples consignas, puedes lanzarte por ti mismo a explorar tu infinito mundo interior.
¿Por qué motivos recomiendo meditar? Porque…
- Es una herramienta simple, segura y muy eficaz. Además de gratuita 😉
- Te ayudará a mantener tu mente en calma en medio de la tormenta y podrás lidiar más fácilmente con el frenesí de tu día a día
- Tiene muchas más beneficios de los que imaginas como: contribuir combatir el estrés, mejorar la memoria o aumentar la capacidad de concentración, entre muchos otros.
Y para terminar…
4. Una lección personal. El peligro de los excesos (la importancia de saber gestionar tus hábitos)
Adquirir buenos hábitos no lo es todo. El hecho de saber gestionarlos correctamente es igualmente importante.
En mi caso, mi tendencia a los excesos siempre me ha dado problemas a ese nivel. Así pues, a continuación te contaré algunas lecciones importantes que aprendí a raíz de dicha tendencia para que no tengas que pasar por lo mismo que yo.
4.1. Excesos en el deporte
Cuando estuve entrenando para acceder a la facultad de Ciencias del Deporte, dedicaba una media de 4 horas al día a la preparación física. Y en muchas ocasiones realizaba entrenamientos de alta intensidad, como ejercicios de prensa para piernas con 300kg. Al principio, como casi todo exceso, mi cuerpo aguantó. No obstante, una vez pasé las pruebas de acceso, mi entusiasmo por el deporte me llevó a seguir realizando este tipo de entrenamientos.
Al final, como mi mente no entraba en razón, fue mi cuerpo quién acabo llamándome al orden. Lo que al principio eran pequeñas molestias en mis rodillas acabaron convirtiéndose en dolores insoportables que me impedían incluso mantenerme de pie largo tiempo. La causa era obvia: sobrecarga articular.
Al final, mis dos rodillas tuvieron que pasar por el quirófano para solucionar mis problemas. Por suerte, aún era joven y mis articulaciones no estaban muy dañadas. Necesité 3 meses de rehabilitación por cada pierna. Afortunadamente, después de aquello, he podido seguir haciendo ejercicio físico, aunque tuve que replantearme las cosas y cambiar mi plan de entrenamiento para que fuera más “sostenible” a largo plazo.
4.2. Excesos en la alimentación
Por otro lado, cuando terminé mis estudios de educación física, empecé a estudiar fisioterapia y un master en nutrición en la facultad de Farmacia. Para obtener este último título tuve que hacer una tesis de fin de estudios. La mía trataba sobre cómo combinar dieta y ejercicio para aumentar masa muscular y reducir porcentaje de grasa corporal.
Fue un trabajo práctico en el que yo mismo fui la cobaya de mis propios experimentos. Diseñé varios programas de entrenamiento y fui haciendo modificaciones en mi alimentación para obtener los resultados esperados. Durante un año entero estuve entrenando duro y contabilizando las calorías que consumía. También estuve pesando todos los alimentos que ingería y, cada dos semanas, me hacía controles fotográficos para dejar constancia de los cambios en mi cuerpo.
Sinceramente, los resultados no fueron espectaculares, pues, entre otros motivos, mi estado inicial de forma era ya bastante bueno y en aquel momento ya no estaba dispuesto a cometer excesos que pudieran hacer peligrar mi salud. Sin embargo, mi proyecto fue del agrado del jurado y me saqué el título con creces.
Recuerdo que durante la fase de recogida de información inicial de la tesis, cayó en mis manos un macro-estudio sobre los efectos de la dieta en la salud. En dicho estudio se obligó a un elevado número de pacientes voluntarios a seguir durante largo tiempo ciertas pautas estrictas de alimentación. La conclusión fue la siguiente: el estrés que aquellas pautas alimentarias producían en los sujetos, eliminaba cualquier otro beneficio que la dieta pudiera tener en su salud.
Aquel estudio me demostró a nivel personal algo mucho más importante: cualquier esfuerzo llevado al extremo en alguna área de tu vida se acompaña de un desequilibrio que acarrea consecuencias negativas en otras áreas igual o más importantes. ¿De verdad vale la pena dejar de lado tu vida familiar por un trabajo bien remunerado? ¿Crees que vale la pena sacrificar tus amistades por tener un diploma universitario más? ¿Consideras sensato perder tu salud a cambio de disfrutar de unos momentos de ocio durante tus día libres?…
5. Conclusiones sobre los hábitos
¿Qué conclusiones fundamentales quiero transmitirte con todo lo que te acabo de contar anteriormente? Pues serían la siguientes:
- La forma más eficaz de conseguir un objetivo es crear hábitos eficaces enfocados a su consecución. Los esfuerzos puntuales no suelen llevar a ninguna parte.
- Nunca es tarde para adquirir un buen hábito. Sólo se requiere cierta motivación y algunas consignas prácticas.
- Los hábitos que más han contribuido a mejorar mi vida han sido, llevar una alimentación sana, realizar ejercicio de forma regular y meditar.
- Saber gestionar un hábito es igual de importante que crearlo. Ello incluye, por ejemplo, evitar los excesos.
- Cualquier hábito llevado al extremo crea un desequilibrio en tu vida y ello es, casi siempre, perjudicial para tus intereses.
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Y, por hoy, esto es todo lo que tenía que decirte. Espero que te sirva para sacar tus propias conclusiones y, por supuesto, para que des el paso de crear aquellos hábitos que consideres más beneficiosos para ti.
Pero antes de despedirme, me gustaría oír tu opinión sobre estos temas, así que, dime…
- ¿Cuáles son los hábitos que han cambiado tu vida?
- ¿Compartes los que he comentado o añadirías alguno más?
- ¿Has tenido alguna vez problemas con los excesos? ¡No dudes en participar dejándonos tu comentario!
Tumotivacionpersonal.com dice
Muy buen artículo! Siempre intento cultivar nuevos hábitos que contribuyan a mi crecimiento personal. Y voy a incorporar los que has mencionado!
Acabo de descubrir tu Blog y me ha parecido muy interesante.
Un saludo
Ubay Serra Sánchez dice
Me alegro mucho de que te haya gustado.
Unos hábitos sólidos y sanos son pilares fundamentales para ser eficaz y cumplir objetivos. Espero que, si lo deseas, puedas incorporar los que aquí expongo y que el artículo te haya podido servir de ayuda para ello.
Espero que encuentres en el blog muchos artículos de tu interés.
Gracias por comentar y compartir
Un abrazo