¿Te gustaría aprender a meditar?
Con esta misma pregunta lancé mi primer artículo sobre técnicas de meditación. En él describí las bases de este arte milenario, expliqué cuáles son sus beneficios y propuse un ejercicio para empezar a practicarlo de forma regular. Te recomiendo que lo leas si aún no has tenido la ocasión de hacerlo.
En este post voy a ir un paso más allá y te explicaré tres técnicas de meditación más para que puedas ir progresando en esta disciplina. Los ejercicios que voy a proponerte están expuestos por orden de dificultad. Por tanto, si aún estás aprendiendo a meditar, te ayudarán en tu proceso de aprendizaje
Si, por el contrario, eres un meditador confirmado tendrás la ocasión de ver algunas técnicas nuevas y, si ya las conoces, te invito a que participes haciendo un comentario al final del post dando tu opinión o compartiendo tus experiencias personales al respecto…
Empecemos por la…
1. Técnica de sanación corporal mediante visualización

Foto vía: imujer.com
Esta técnica pretende aliviar o tratar ciertas dolencias, dolores o patologías mediante un trabajo de visualización activa.
Durante el proceso de meditación, siempre en un lugar tranquilo, sentados cómodamente y respirando de forma profunda, regular y pausada, visualizaremos una brillante luz curativa que se origina en un punto por encima de nuestra cabeza.
A continuación, nos concentraremos en aquellas partes de nuestro cuerpo que presenten alguna disfunción, molestia, dolor, necesidad especial o patología y, seguidamente, elegiremos una de ellas. El próximo paso consiste en visualizar cómo la luz curativa situada por encima de nuestra cabeza (o, si lo deseamos, de algún punto de nuestro cuerpo como, por ejemplo, el centro de nuestro pecho) se dirige hacia a la región corporal que hayamos elegido y, al llegar ahí, se va iluminando de forma progresiva, cada vez con mayor intensidad. A medida que eso ocurre sentiremos cómo esa luz, cálida y reparadora, va restableciendo poco a poco nuestros tejidos hasta aliviar el problema o solucionarlo por completo. Mantendremos iluminada la parte del cuerpo que estemos tratando hasta que sintamos que hemos conseguido nuestro objetivo.
Si queremos, podemos realizar una variante de este ejercicio jugando con la respiración. Para ello, durante cada inspiración visualizamos cómo el aire que entra en nuestros pulmones queda impregnado de la luz sanadora que yace sobre nosotros y se dirige hacia la parte de nuestro cuerpo que debe ser tratada. Durante la espiración, dicha luz, ahora con un tono grisáceo u oscurecido, sale de nuestro cuerpo llevándose consigo la enfermedad, molestia o disfunción con ella. Podemos incluso realizar apneas o pausas al final de cada inspiración para que la luz curativa pueda actuar más tiempo en la parte del cuerpo que estemos trabajando. Realizaremos cuantas respiraciones consideremos necesarias para la curación y, acto seguido, pasaremos a otra parte del cuerpo.
Durante cada meditación podemos tratar hasta 4 o 5 partes de nuestro cuerpo, dedicando de 2 a 3 minutos a cada una de ellas. Si sólo queremos centrarnos en una parte, podremos dedicarle a ésta más tiempo. Otra opción es la de realizar una meditación curativa general en la que todo nuestro cuerpo se vea iluminado por igual con el objetivo de mejorar nuestro estado global de salud.
2. Técnica de la mente en blanco

Visualizando un bello paisaje para realizar la técnica de la mente el blanco. Foto vía cruzhermetica.blogspot.com
El cerebro humano produce sin cesar un sinfín de ideas, pensamientos o imágenes relacionadas con nuestra vida o nuestro día a día. Puede que se trate de pensamientos sobre el trabajo, de las obligaciones de nuestra vida familiar, de la planificación de nuestras próximas vacaciones o de cosas por el estilo. A medida que nos aferramos a una de estas ideas, nuestra conciencia tiende a fundirse con ellas y empezamos a analizarlas, modificarlas o transformarlas con el objetivo de encontrar respuestas o soluciones. Puede que nos centremos en cómo entregaremos un trabajo a tiempo, qué haremos durante el fin de semana o qué formaciones nos gustaría hacer el año que viene. O tal vez nos centremos en qué trabajo empezaremos a buscar en breve, cómo le pediremos un aumento de sueldo a nuestro jefe o qué cosas tenemos que comprar esta tarde en el supermercado.
A medida que el flujo mental crece, nuestra mente se ve cada vez más inundada de ideas, pensamientos y tareas que aumentan nuestro grado de estrés, lo cual hace que nuestro cuerpo reaccione aumentando el tono muscular de forma proporcional. Por tanto, si detenemos ese bombardeo continuo de pensamientos lograremos automáticamente una relajación corporal paralela. Este es precisamente el primer objetivo de esta técnica.
Para lograrlo, cerraremos los ojos y centraremos nuestra atención en algún punto corporal interno como, por ejemplo, nuestro corazón. Otra opción sería la de visualizarse a sí mismo en un entorno imaginario o real en el que nos sintamos cómodos, como un entorno montañoso con picos nevados o la orilla de una playa paradisíaca. También podemos optar por centrarnos en alguna parte del lugar donde estemos en ese momento, como un cuadro o el paisaje que vemos a través de una ventana.
Seguidamente, desde nuestra posición de base, respirando de forma profunda y pausada, nos centraremos en el punto o imagen de nuestra elección y nos iremos relajando progresivamente. Al mismo tiempo, intentaremos detener el flujo continuo de información que bombardea continuamente nuestra mente. Para lograrlo, cada vez que una nueva idea o pensamiento pase por nuestra cabeza, evitaremos relacionarnos con él, es decir, ni lo desarrollaremos ni intentaremos reflexionar sobre el tema. Simplemente lo dejaremos ir y volveremos automáticamente a nuestra imagen o paisaje inicial para seguir relajándonos y respirando profundamente.
Poco a poco, durante esta meditación, que puede durar de 10 a 30 minutos, el flujo de pensamientos irá disminuyendo y, paralelamente, nuestro cuerpo se irá relajando. Cuando llegamos a un estado de suficiente sosiego mental y relajación corporal es cuando verdaderamente estamos listos para conectar con nuestra Esencia y realizar un trabajo de mayor profundidad. Llegar a ese estado es el segundo objetivo de este ejercicio. En ese momento, terminaremos la meditación o, si queremos, pasaremos a la técnica siguiente…
3. Técnica de observación pasiva de mensajes, flashes e ideas

Foto vía forumspain.net
Si la técnica anterior nos ayudaba a encontrar paz mental y a relajar el cuerpo para disminuir los niveles de estrés y aumentar nuestro estado de receptividad, esta técnica va un paso más allá y representa su continuación natural. Por tanto, para llevarla a cabo es imprescindible haber realizado antes la técnica de la mente en blanco. De esta manera, nuestro cuerpo estará libre de tensiones y nuestra mente estará en silencio, lista para abrirse a otro tipo de informaciones.
Desde este estado, permanecemos atentos a la aparición espontánea de cualquier otro tipo de pensamiento, idea, mensaje, imagen o información. Cuando ello ocurra, nuestra mente estará alerta para identificar esa información y relacionarse con ella desde un rol pasivo de observador. Es decir, nos limitaremos a escucharla, verla o sentirla sin ningún tipo de voluntad de manipularla, transformarla o reflexionar sobre ella.
En el momento que la información que estemos observando desaparezca por si sola la dejaremos ir sin implicarnos con ella y seguiremos en estado meditativo hasta que aparezca otra. Si en algún momento tenemos la sensación de habernos topado con alguna información o mensaje importante podemos parar momentáneamente el ejercicio para anotar lo que hayamos percibido antes de proseguir. Esta meditación puede durar por lo general de 10 a 15 minutos hasta horas, en función de nuestro criterio y nuestro grado de entrenamiento y práctica.
Para terminar, voy a intentar responder a una última pregunta que quizás te haya venido a la cabeza: ¿qué tipo de mensajes o informaciones podemos recibir mientras meditamos? La respuesta a esa cuestión es tan extensa y variada como el número de meditadores que la practiquen. Desde mi opinión y experiencia personal, podría decir que es posible recibir información útil para:
- Obtener ideas inspiradoras que puedes aplicar a tu vida o a tu propia filosofía personal.
- Despertar la ilusión para empezar nuevos estudios, realizar un viaje, buscar un nuevo trabajo o empezar un proyecto personal de cualquier tipo.
- Detectar características de tu personalidad que no te gustan y quieras pulir mediante un trabajo de reflexión personal
- Relacionar sucesos aparentemente inconexos que acontecen en tu vida para darte cuenta que existe una relación entre ellos que antes no eras capaz de ver.
- Ser consciente de una intuición, una revelación, una premonición o una idea que, aplicada a tu vida, puede ayudarte a responder preguntas o a tomar un nuevo rumbo en la vida.
- Obtener sabiduría en forma de flashes mentales, pensamientos, reflexiones o mensajes provenientes de tu inconsciente u otras fuentes internas o externas.
- Realizar viajes astrales o visualizar escenas o imágenes pertenecientes a otros tiempos y otros lugares.
Y de momento, esto es todo por hoy. Espero que estas tres técnicas te hayan sido útiles y contribuyan a que empieces a practicar la meditación de forma regular. En mi caso, hace casi cinco años que medito a diario aunque, tal y como dice un conocido maestro en este arte: “La vida en sí debería convertirse en una meditación de ojos abiertos”.
En cualquier caso, sea cual sea tu nivel, te invito a que sigas practicando y disfrutes de los beneficios de este arte milenario que es la meditación. Probablemente, tu vida irá mejorando en todos los sentidos a medida que lo hagas.
Y si te ha gustado este artículo, ¡no dudes en compartirlo y dejar un comentario con tu opinión o tus experiencias personales!
Interesante! Creo que la meditación es fundamental y parte del futuro (quizá presente) Me interesa mucho aunque sea un «novato» en la materia. Un saludo!
¡Hola Soldadito Marinero! Estoy de acuerdo contigo en que la meditación es fundamental y una gran herramienta de desarrollo personal. Espero que los dos artículos que tengo al respecto despierten tu interés sobre el tema y que, con el tiempo, acabes hecho un experto. ¡Un abrazo!
Me ha gustado mucho este artículo!
Llevo más de diez años meditando y nunca le había puesto estos nombres a las técnicas que mencionas… super descriptivos!
Ojalá que lo que describes fuese tan inmediato como muchas personas creen que va a ser, perseverancia a tope y no desfallecer que el cambio es lento pero es constante!
Gracias por promover estas ideas ♥
Lou
¡Hola Lou!
Me alegro muchísimo que te haya gustado el artículo, especialmente viniendo de una persona que medita desde hace tanto tiempo. Y sí, tal y como dices, se trata de práctica y perseverancia, pues las cosas no se consiguen de un día para otro. Pero poco a poco uno va mejorando y descubriendo la enorme variedad de beneficios y posibilidades que ofrece la meditació. ¡Un abrazo y gracias a ti por comentar!
¡Hola!
Llevo tiempo meditando, y he probado algunas de estas técnicas y otras. Aún recuerdo con curiosidad cómo, en una meditación con cuencos de cuarzo, desapareció una contractura que tenía; y me sigo sorprendiendo a veces con sensaciones nuevas en mis prácticas.
Me gustaría aportar que, para mí, un avance importante fue el día que llegó a mi vida la aceptación, ese día en que las expectativas quedaron a un lado y me convertí en observadora de mí misma, de mi cuerpo y de mi mente, del consciente y del inconsciente, de esa esencia que comentas en tus escritos.
Creo que es importante recalcar que hay muchos tipos de práctica, formales e informales, algunas asociadas a una filosofía o religión, y otras más liberales; y todas y cada una de ellas son válidas. Cuando estamos empezando confundimos el estado meditativo con estar en paz, con tener la mente en blanco, con visualizar… y a veces es tan sencillo como: parar 5 minutos a observar cómo está tu cuerpo, y aceptarlo; sentir tus pisadas mientras caminas, la posición del tronco, de los brazos, de la cabeza; dedicar 10 minutos a hacer un desayuno consciente, en silencio, agradeciendo los alimentos… Todos esos minutos al día que somos capaces de estar con nosotros mismos nos llevan a esa conexión que pretendemos con la meditación, y son una excelente forma de iniciarse.
Es bonito ir descubriéndonos poco a poco, y convertir esa práctica diaria en nuestro momento. Ese hábito, sin duda, nos cambia la vida.
¡Gracias, Ubay, por tus artículos! Desde que descubrí tu blog, dedico unos minutos al día a leer post antiguos, y he de reconocer que estoy un poco «enganchada» e incluso, que algunos me sorprenden.
¡Feliz meditación!
¡Hola Elsa!
¡Qué bueno tener un comentario tan extenso y detallado de una meditadora con experiencia como tú!
Me encantan tus observaciones, especialmente cuando comentas lo de convertir la meditación en un hábito y conseguir el estado meditativo durante las pequeñas tareas del día a día. De la misma forma que uno puede conectar con su Esencia de forma puntual, el objetivo sería no perder nunca esa conexión. En la meditación sucede lo mismo, el estado ideal es conseguir que «nuestra vida entera sea una meditación de ojos abiertos», como dijo un maestro en la materia.
Gracias a ti Elsa por tus palabras y tu profundo comentario. Es un placer y una enorme satisfacción saber que te gustan mis artículos.
¡Un fuerte abrazo!
Hola Ubay, acabo de descubrir tus artículos y son muy interesantes, hoy mismo empezaré con algún ejercicio. Generalmente me cuesta meditar pero sé que me sienta muy bien, hace unos años que físicamente no me encuentro del todo bien y no tengo ninguna enfermedad, creo q son las emociones inconscientes y la forma de respirar. Intentaré meditar todo lo que pueda a ver si mejoro. Gracias por trasladar información tan valiosa. Un saludo
Hola Isabel, me alegro que hayas dado con Viaje a la Esencia.
Espero que los artículos te sean útiles y que puedas llevar a la práctica estas técnicas de meditación. Estoy seguro de que van a ayudarte. Eso sí, es necesario práctica, constancia y paciencia.
Espero que, poco a poco, notes los beneficios. En cuanto a las emociones, en el blog encontrarás artículos que te ayudarán a trabajarlas, al igual que con el tema de la respiración. Si quieres profundizar más, te recomiendo mi libro «El Despertar de la Esencia», estoy seguro que te aportaría mucho.
En fin, te deseo mucha suerte, salud y buen viaje a través del blog.
¡Un abrazo!