Fobia a lo diferente, ése es tu problema.
De hecho, ése es el problema de todos, o de casi todos.
La fobia a lo diferente es un problema endémico en la especie humana que invade cada rincón de nuestra mente y de nuestra sociedad.
La fobia a lo diferente es la causa de muchos de los conflictos, peleas y guerras que vemos en el mundo, o que vivimos en nuestro día a día.
Te voy a dar algunos ejemplos para ver si estás de acuerdo con mi diagnóstico.
Ejemplos de la fobia a lo diferente
Imagina que tu piel es de color y un día te llaman “negro de mierda”, o que no te dan un trabajo por tener rasgos latinos; a eso se le llama racismo. Esa discriminación racial es, en realidad, fobia a lo diferente.
Pon que vas a vivir a otro país y que la gente te trata con recelo por ser de otro lugar; a eso se le llama xenofobia. La discriminación que sufres por ser extranjero es, en el fondo, fobia a lo diferente.
El racismo y la xenofobia no más que fobia a lo diferente. Foto por Kzenon, vía Shutterstock
Imagina que, por ser mujer, tu salario es mucho más bajo y que, si estás en edad fértil, muchas empresas no quieran contratarte por miedo a que te quedes embarazada. A eso se le llama machismo. Se trata de discriminación por ser mujer; pero, en realidad, es fobia a lo diferente.
Al contrario, si, por ser hombre, pagas más por tu seguro de coche o por entrar en una discoteca; o si las mujeres asumen que tú tienes que dar el primer paso, o pagar la cuenta; estás sufriendo una discriminación por ser hombre; pero, en el fondo, es fobia a lo diferente.
Probablemente, alguna vez se han metido contigo por ser gordita, por tener la nariz prominente, o por ser calvo. Esa “morfofobia”, por llamarlo de alguna manera, es discriminación por la forma o las características de tu cuerpo; aunque, de nuevo, se trata de fobia a lo diferente.
¿Cuántas veces te han discriminado por alguna característica de tu cuerpo? Eso es fobia a lo diferente. Foto por Ingerainen, vía Shutterstock
Apuesto a que, en alguna ocasión, simplemente por ser joven, te han tratado de crío o de inmaduro, te han considerado no apto como pareja, o te han visto incapaz de tomar ciertas decisiones.
Y apuesto a que tú mismo has tratado a otras personas de viejas sólo por tener unos “años de más”; y, por ese motivo, las has percibido como no aptas como pareja, o para realizar cierta actividad física o profesional. ¿Me equivoco?
Esta “cronofobia” es una discriminación de las personas por su edad; aunque, a fin de cuentas, no es más que una fobia a lo diferente.
Por último, hay personas a las que no les gusta relacionarse con gente pobre, y que prefieren tener amigos o parejas con un alto poder adquisitivo. Por el contrario, hay quien odia a la gente rica por envidia, porque fueron rechazados por una universidad privada o porque la adinerada familia de su novia nunca aceptó la relación con una persona de clase obrera como él.
De nuevo, la discriminación por dinero o clase social es otro ejemplo de fobia a lo diferente.
Causas y mecanismo de acción de la fobia a lo diferente
Si te fijas, todos los ejemplos anteriores parten del mismo lugar: la fobia a lo diferente.
Y la fobia a lo diferente tiene su raíz en un marcado egocentrismo, que hace que nos sintamos el centro del mundo y el ejemplo a seguir.
La fobia a lo diferente nace del egocentrismo. Foto por Just dance, vía Shutterstock
De esa mentalidad suele nacer de un sentimiento de superioridad respecto a los demás, lo cual nos hace creer que aquello que somos, pensamos y hacemos es lo correcto.
Por consiguiente, aceptamos a cualquier persona que sea, piense y actúe como nosotros. Por otra parte, rechazamos a todo aquel que sea, piense y actúe de forma diferente.
En resumen, el egocentrismo nos vuelve intolerantes, la intolerancia genera rechazo a lo diferente, y el rechazo a lo diferente genera odio, que es quien origina todo tipo de conflictos, disputas y guerras.
Esa mentalidad egocéntrica –la raíz del problema– es consecuencia de una profunda ignorancia, y de una visión limitada del mundo y de los demás.
El egocentrismo parte de la ignorancia, y limita nuestra visión del mundo y de los demás. Foto por alphaspirit, vía Shutterstock.
Si has vivido toda la vida en un pueblo perdido de 500 habitantes, ves cada día a las mismas personas, no has salido nunca de tu comarca, trabajas todos los días cultivando boniatos y nunca te has molestado en leer un libro, es comprensible que seas así; una persona ignorante y egocéntrica con una visión limitada del mundo.
Es por ello que, en ese contexto, si aparece un forastero de raza negra, éste va a ser discriminado instantáneamente. Si una mujer quiere cambiar las costumbres del pueblo, será víctima de machismo. Y si una familia de ricos se muda al lugar, será tratada con recelo desde el primer momento.
No obstante, incluso las personas que viven en la ciudad, que han viajado mucho o que tienen acceso a Internet y a toda la información que necesitan padecen también fobia a lo diferente.
Y lo diferente está por todas partes.
De hecho, cuanto más fobia a lo diferente padeces, más diferentes te parecen las personas, porque tu egocentrismo, tu ignorancia y tu visión limitada del mundo te impiden ver que, en el fondo, todos somos iguales.
¿Entonces, qué ocurre cuando aparece una persona diferente en tu vida?
Pues que, inmediatamente, te llama la atención; pero, en lugar de intentar comunicarte y conocer a esa persona en todas sus dimensiones para establecer una relación armoniosa y beneficiosa para ambas partes, lo que hacen tus prejuicios es encasillarla.
Y nuestra fobia a lo diferente hace que la encasillamos fácilmente como “mala”, así que la rechazamos de inicio.
De ahí suelen surgir burlas, provocaciones o habladurías malintencionadas. Más adelante llegan, de forma inevitable, los desacuerdos, las disputas y los conflictos derivados de la convivencia diaria.
Y digo inevitables porque, cuando tienes fobia a lo diferente, cualquier diferencia entre tú y la persona que tienes en frente será la causa que justifique el inicio de un nuevo conflicto con ella.
Y ese conflicto es la excusa que tú mismo creas con el objetivo de ridiculizarla, humillarla, agredirla, destruirla o apartarla de tu camino.
Simplemente porque es diferente de ti.
Cómo se cura la fobia a lo diferente
Para curar la fobia a lo diferente, debemos atacar de raíz las causas que la generan. Y, para ello, te voy a dar algunas ideas.
La fobia a lo diferente se cura, por ejemplo…
1. Estudiando, viajando y expandiendo nuestros horizontes
Ésta es la forma más eficaz para acabar con la ignorancia y la visión limitada del mundo que nos convierte en personas egocéntricas.
Para ello:
- Estudia, fórmate, lee buenos libros y haz un esfuerzo por aumentar continuamente tus conocimientos.
- Explora el mundo, viaja a nuevos lugares y empápate de nuevas culturas y valores.
- Conoce nuevas personas y descubre sus historias, sus vivencias y sus reflexiones.
- Vive la vida, sueña a lo grande, márcate nuevos objetivos y dalo todo para llevarlos a cabo, aprendiendo tanto de tus errores como de tus aciertos.
Si lo haces, te darás cuenta de que no eres el centro del mundo, sino, más bien, parte de él.
Todas las personas tenemos cuerpos, culturas y formas diferentes de pensar y de ver la vida. Sin embargo, todos tenemos los mismos problemas, buscamos las mismas cosas y compartimos un mismo mundo.
Entonces, puede que llegues a comprender una importante ley universal, la ley de unidad, que nos dice que, en el fondo, todos somos uno.
2. Trabajando tus miedos
La fobia a lo diferente es, en otras palabras, miedo a lo distinto.
Y cualquier miedo mal gestionado acaba por limitarnos.
Para evitarlo, te dejo un artículo en el que te cuento exactamente cómo lidiar con esos miedos.
Trabajar tus miedos es fundamental para curar la fobia a lo diferente. Foto por Ipatov, vía Shutterstock
3. Cultivando la empatía
Cuando cultivas la empatía eres capaz de ponerte en la piel del otro porque, de hecho, sabes que tú eres el otro, tal y como nos dice la ley de unidad.
Al ponerte en la piel del otro, sabes comprenderlo y, por consiguiente, respetarlo. ¿Y qué nace del respeto? El amor.
Lo contrario a la empatía es el egocentrismo; que, como ya expliqué, genera incomprensión, intolerancia, rechazo y, en último término, odio.
Por tanto, si cultivas la empatía, automáticamente desaparece la fobia a lo diferente.
Te dejo un pequeño artículo para que aprendas más cosas sobre la empatía.
4. Siendo víctima de la fobia a lo diferente o reflexionando 2 minutos sobre ello
Cuando eres víctima de la fobia a lo diferente eres capaz sentir lo que otras víctimas de esta enfermedad han sentido.
Por tanto, sufrir en tus carnes la fobia a lo diferente te ayuda a ser más empático con los demás y, por tanto, a no manifestarla contra otras personas.
Ser víctima de la fobia a lo diferente te ayuda a empatizar con otras víctimas de esta enfermedad. Foto por Antonio Guillem, vía Shutterstock
De todas formas, no hace falta ser víctima de la fobia a lo diferente para sacarte de encima esta desagradable actitud; sólo necesitas reflexionar 2 minutos sobre ello.
Piensa que un día, si viajas al extranjero, tú serás el negro, el chino o el moro y, seguramente, no te gustaría que te discriminaran por ello.
Probablemente tienes algún amigo o familiar que tuvo que emigrar a otro país, y es muy posible que lo pasara mal sólo por ser de fuera. Entonces, cuando veas a un extranjero en tu país, imagina que es tu padre, tu madre o ese amigo.
Puede que un día tú mismo seas señalado por ser el judío, el musulmán o el cristiano, y puede que seas rechazado por ello. ¿Cómo te sentirías?
Apuesto a que, en más de una ocasión, has sido objeto de burlas por ser el bajito, la gordita, el calvo o el cabezón. Si tú lo pasaste mal, ¿por qué quieres hacérselo pasar mal a otra persona?
Y, sin duda, en algún momento de tu vida, serás juzgado, rechazado o humillado únicamente por ser hombre, o mujer; o bien por ser demasiado joven, o demasiado viejo; o por ser excesivamente pobre, o exageradamente rico.
Cuando llegan esos momentos, es cuando realmente nos damos cuenta de lo dañina que es la fobia a lo diferente.
Pero, como dije antes, no hace falta que lo vivas en tus carnes; ni que se lo hagas vivir a nadie. Sólo necesitas reflexionar dos minutos sobre el tema.
Espero que este artículo haya contribuido a ello.
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Y ahora, creo que es momento de que puedas darnos tu opinión
Y tú, ¿qué opinas sobre la fobia a lo diferente? ¿Estás de acuerdo con lo que has leído? ¿Has sido víctima de esta enfermedad tan extendida? ¿Lamentas haber manifestado fobia a lo diferente contra otras personas?
Déjanos tus reflexiones y comentarios aquí abajo, ¡será un placer leerte!
Ubay. Ya he aprendido y estoy en un todo de acuerdo contigo. Es tan imprescindible que no se discrimine por orientación sexual, en particular, aceptar la diversidad atento a que dicha orientación va cambiando en la vida de todos, sin excepción, pero se oculta y provoca insatisfacción. Estamos en esta vida para ser felices y desprendernos de juzgar, quitarnos esa carga. Ser honestos es la clave. Me alegra verte bien en tu nuevo entorno, así la vida nos sorprende. Y que sigas aprendiendo y compartiendo aún en períodos dificiles y de profundos cambios. Adelante!!
Hola José,
Sí, efectivamente, es fundamental no discriminar por orientación sexual, y por nada de nada. Simplemente, conocer relacionarse, aceptar y aprender. Sin embargo, esa fobia a lo diferente que llevamos de serie nos lo dificulta. Es algo visceral e instintivo cuya función es proteger pero, en realidad, lo único que hace es cerrarnos puertas y estancarnos.
Un fuerte abrazo y gracias por dejarnos tus impresiones.
Totalmente de acuerdo con lo que has escrito. Por desgracia, es una fobia muy bien utilizada por los que mueven los hilos para llevarnos a su terreno.
Por otro lado, creo que, en mayor o menor medida, es algo que todos hemos sufrido en algún momento/s a lo largo de nuestra vida. Y también algo que nosotros mismo hemos manifestado en alguna ocasión, incluso aunque solo sea de manera inconsciente.
Me alegro de tenerte de vuelta y poder seguir disfrutando con tus artículos.
Un abrazo
Hola Amaya,
Me alegro que estemos de acuerdo. Y sí, la fobia a lo diferente nos viene de serie y, además, nos la agudizan para poder manipularnos, separarnos y, por ende, debilitarnos.
Espero que, poco a poco, nos demos cuenta que, pese a las diferencias, en el fondo somos todos iguales. Y sí, todos lo hemos sufrido y, a la vez, provocado. Pero si ello nos sirve para aprender y avanzar, bienvenido sea.
El placer es mío de verte por aquí.
Un abrazo
Me encanta!! 🙂
Cuanto mejor iría el mundo si erradicaramos esta fobia. Aunque muy poco a poco (mucho mas poco a poco de lo que me gustaría) creo que vamos en buena dirección.
Un abrazo!
Sí Míriam,
Es una fobia que espero que, con el tiempo y a base de formación, educación y empatía logremos erradicar de una vez por todas.
Espero que artículos así contribuyan un poco a lograr este objetivo. Y espero también que personas como tú sigan aportando también su granito de arena.
Un fuerte abrazo y gracias por pasarte por aquí.
Me ha gustado el artículo, muy necesario.
Posiblemente ese egocentrismo venga de la necesidad del ser humano de encontrar una identidad propia, la búsqueda del yo, buscando la diferencia en los demás y fragmentando todo lo que la mente pueda alcanzar. Así, cuando lo diferente se manifestase casi que el contexto daría igual, lo que causaría el rechazo sería el miedo a perder la identidad propia, a no ser quien creemos que somos, una amenaza a la «persona» que tanto tiempo y sufrimiento nos ha llevado construir. Más fácil pensar que el otro está equivocado que cuestionarse a uno mismo.
La belleza, la justicia, la moralidad…. son cosas que varían entre épocas, culturas, naciones, tríbus. Quitando las apariencias y constructos mentales queda la cruda realidad de que somos todos prácticamente lo mismo, y que si rechazamos al otro nos rechazamos a nosotros mismos. Si somos iguales no podemos cargar al otro con lo que no nos gusta, y es entonces cuando podemos ver que lo que no nos gusta está en nosotros. La raíz de todo, la falta de amor propio, aprendida y convertida en creencia cuando aún no teníamos la capacidad de gestionar esas emociones/vivencias, y por lo tanto, la formación de un EGO (falsa identidad) que diera sentido y encaje a todo. ¿Tiene sentido?
Me deje llevar, abrazos.
Hola Harri,
Absolutamente brillante. Suscribo y comparto totalmente tus reflexiones, y agradezco que hayas dedicado una pequeña parte de tu valioso tiempo para compartirlas con todos nosotros.
Te mando un fuerte abrazo
Gracias por el tiempo y dedicación a este trabajo que realizas. Es enriquecedor!
Buena vida.
Hola Luz, me alegro que te gustara el artículo.
Gracias a ti por saber apreciarlo.
Un fuerte abrazo