-¿Cómo es Mayotte? ¿Cómo se vive?, ¿cómo es la gente?, ¿por qué es un lugar tan diferente?- me han preguntado muchas veces.
Por suerte, durante los siete meses que pasé en la isla tuve tiempo para hacerme una idea global de la esencia de Mayotte y su realidad socio-cultural. Hoy, con este post, me gustaría compartir ocho hechos y anécdotas que reflejan algunas de las peculiaridades de este mágico lugar:
1. El islam
Mayotte es el único lugar de Francia donde la religión oficial es el Islam. Por tanto, hay mezquitas en cada pueblo, la gente reza cinco veces al día y a lo largo del año se van celebrando todo tipo de fiestas relacionadas con esta religión.
2. La poligamia y otras costumbres
Actualmente prohibida por ley, la poligamia estaba permitida hasta hace muy poco tiempo. A pesar de todo, mucha gente sigue practicándola hoy en día.
Otra costumbre que llegó a mis oídos es que, dentro de la misma familia, los tíos tienen derecho a deflorar a sus sobrinas cuando éstas llegan a la madurez sexual. Este hecho me pareció extremadamente chocante, aunque no pude contrastarlo suficientemente. Se trata de un tema demasiado delicado como para irlo preguntando alegremente por ahí.
3. El matriarcado familiar
En Mayotte el peso de las familias, frecuentemente monoparentales, es llevado por la mujer. Es cierto que cuando llegaba a las casas de mis pacientes siempre era la mujer o las hijas las que cuidaban de los niños, cocinaban, compraban y lo hacían absolutamente todo. Por otro lado, el hombre parecía vivir aparte, dedicándose, fundamentalmente, a ver la tele en el sofá, beber y salir con los amigos.
Sin embargo, la política sigue aún dominada por el hombre, y en las elecciones regionales sólo se presentan candidatos, jamás candidatas.
4. Los bangas y la vida en pareja
Un banga es una pequeña casita hecha de barro, paja y latón ubicada cerca de la casa principal de la familia. Es el hogar que se construyen los jóvenes varones cuando llegan a la adolescencia, antes de emanciparse. Allí, tienen su autonomía y pueden empezar su vida con o sin su pareja. La etapa de adolescente en banga se percibe como un momento de la vida dulce y mágico en el que pueden relacionase libremente con sus amigos y potenciales parejas mientras viven a su aire. Al banga se le llama también “piège à filles” (trampa para chicas).
La gente de Mayotte suele casarse muy joven y, cuando esto ocurre, el hombre va a vivir a casa de la mujer que, a su vez, suele vivir en casa de sus padres y hermanos. En esos casos se intenta construir una nueva planta más arriba. Al ritmo que va la natalidad en la isla, pronto habrá rascacielos por todas partes.

Izq: mujeres musulmanas en sari. Dcha: banga de un joven maoré
5. El moringue o lucha maoré
El moringue es un evento cultural típico de Mayotte que consiste básicamente en peleas organizadas entre los jóvenes del pueblo, incluyendo los más pequeños. La lucha no tiene ningún tipo de regla y, mientras los luchadores se atizan, éstos son rodeados por miembros de toda la aldea en medio de un ambiente lúdico-festivo.
A pesar de la violencia de las peleas, no deja de ser un evento en el que impera la cordialidad e incluso la amistad entre los adversarios.
6. Mi primer soborno
Antes de irme de Mayotte fui a devolver mi coche de alquiler. Ya en el concesionario, el mismo mecánico que me entregó el coche siete meses atrás fue el encargado de revisar el vehículo. Rápidamente se percató de que había una abolladura en la parte delantera y otra gran rayadura en el techo, que había hecho a base de transportar kayaks.
-¿Qué hacemos con esto?-me pregunto el chico.
-Bueno, supongo que habrá que hacer un presupuesto que tendré que pagar-le contesté.
Esa no era la respuesta que esperaba, así que el paisano se quedó un momento callado, se rascó la cabeza y volvió a dirigirse a mí:
-¿Sabes? Eso va a ser mucho dinero-dijo-, pero si me das alguna cosilla podemos hacer algo al respecto.
-¿De cuánto estamos hablando?-contesté.
-No sé…lo que quieras-replicó.
Acto seguido, saqué la cartera que, por suerte, estaba llena de billetes de veinte que acababa de sacar del cajero. Cogí sesenta euros y se los di discretamente. Automáticamente, el chico, más contento que unas pascuas, cogió su bolígrafo, tomó el papel que mostraba el estado del vehículo el día que me lo dieron y le añadió los desperfectos que le había ocasionado durante mi estancia.
Pensaba que estas cosas sólo pasaban en la ficción o en las películas. Pero no. Esa anécdota, al igual que la que sigue, explica de forma muy gráfica cómo funcionan las cosas en la isla…
7. Repartiendo pedazos de cebú por el pueblo
Un día fui a la playa de Acoua para hacer enórquel. De repente, vi un corro de gente situado de pie alrededor de algo que no podía distinguir bien. Al acercarme vi que se trataba de un cebú descuartizado sobre unas hojas de palmera bañadas en un gran charco de sangre.
Entre la multitud se encontraba un señor con una lista que iba dando nombres. Cada vez que un nombre era pronunciado, alguien se acercaba, tomaba una parte de la res y se iba. Por lo visto, matar a un cebú es un acontecimiento en el que participa todo el pueblo y, aunque la carne no es gratuita, se reparte sólo entre sus habitantes. A los quince minutos ya se habían llevado la cabeza, las tripas, las patas y casi todos los pedazos del animal.
Si cuento esta anécdota es porque refleja cómo en Mayotte aún se vive “como antes”. Es decir, mediante costumbres, rituales y tradiciones ancestrales que siguen plenamente vigentes. Mi día a día en la isla fue un sinfín de imágenes y anécdotas de este tipo, como, por ejemplo:
- Pasar al lado de un río o un salto de agua y encontrarme cada día con mujeres acompañadas de sus hijos haciendo la colada con un jabón de pastilla.
- Ir a casa de alguien y encontrarme a la gente moliendo arroz con un mortero gigante o rayando cocos con su rayador tradicional, una especie de estructura metálica sobre la que te sientas y de la que sale una punta roma por donde deslizar el coco hasta vaciar toda su pulpa.
- Visitar a un paciente y ver a su mujer matando a uno de sus pollos para servirlo a la hora de la comida. Una escena típica en la España rural de hace 50 años, pero difícil de ver hoy en día…

Izq: gente local lavando la ropa en el río. Dcha: rayador tradicional de coco
8. Un lugar que todavía pertenece al tercer mundo
Mayotte, por mucho que pertenezca a Francia, sigue siendo un territorio subdesarrollado perteneciente al tercer mundo. Este hecho le da al lugar un fuerte carisma, a la vez que lo mantiene aislado de la vorágine capitalista y consumista de la sociedad occidental. He aquí algunos ejemplos de ello:
- En todo Mayotte hay sólo seis gasolineras, todas ellas de la misma compañía.
- El estado de las carreteras es deplorable.
- No existe Internet ilimitado de alta velocidad
- Los supermercados pueden estar semanas sin ciertos productos, como las lentejas, las judías o las galletas hasta que no llega un nuevo barco de mercancías proveniente de Francia.
- La suciedad: pocos lugares he visto más sucios que los pueblos y ciudades de Mayotte. La humedad, el calor y el polvo junto con las lluvias, el exceso de población y la mala gestión de la basura hacen de la isla un un auténtico criadero de infecciones.
Esta es la esencia de Mayotte pero, a pesar de todo, es uno de los lugares más auténticos que he conocido nunca…¿No crees?
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