Vale, lo acepto: estaba aburrida con mi vida, estable en mi rutina. Mis días no me daban ningún dolor, pero tampoco brillo. A veces fantaseaba con cambiar, pero tenía miedo, me ponía excusas (la edad, la familia, el tiempo) y me tranquilizaba siempre a mí misma diciendo: «Tampoco está tan mal”.
Hasta que un día soñé algo. Soñé que andaba por un paisaje gris, lleno de chatarra y de humo, repitiendo como una autómata: “Tampoco está tan mal, tampoco está tan mal”. A lo Lejos, alcanzaba a ver un edificio acristalado lleno de vegetación al que le daba directo la luz del sol. Adentro, la gente vestía de colores, bailaba y se reía. Un cartel decía en la entrada, con letras parpadeantes: “No te conformes”.
Era invierno, pero recuerdo que me desperté de aquel sueño en un charco de sudor. Estaba tan impactada que, a la mañana siguiente, me puse en marcha con toda la fuerza de un volcán.
‒¿Por dónde comenzar? ‒me dije‒ ¿Por dónde se empieza una vida nueva?
Debió ser la adrenalina del sueño, pero en seguida lo tuve claro: primero necesitaba descubrir qué era lo que más me gustaba hacer y, a la vez, lo que mejor se me daba. Me pregunté cuál era mi talento. Estaba segura: ese era el hilo del que debía empezar a tirar.
Y después de mucho leer, preguntar, probar y desechar, éstas son las cinco mejores técnicas que encontré para encontrar mi don. Y además, con ellas me divertí mucho. Fue el punto de partida para hoy vivir de mi pasión, que es ayudar a los otros a realizar cambios y encontrar nuevos desafíos a través de mi blog.
Podríamos decir que, aquel día de invierno, mi subconsciente me llevó a convertirme en el conejillo de indias feliz que hoy soy.
Todo empezó por aquí:
1. Reset mental – VUELVE A TU NIÑEZ
Una vez leí que, para encontrar tu talento, viajar hasta la propia infancia te da información de primera.
Randy Pausch, un profesor estadounidense conocido por sus charlas inspiradoras, decía que a los niños los mueve siempre un deseo genuino: no hacer nada por obligación. Si observamos esa época –dice Pausch–, tendremos muchas pistas sobre qué es lo que de verdad nos motiva.
Cuando somos niños, nuestro talento se expresa naturalmente: las opiniones ajenas todavía no importan. Foto vía Porapak Apichodilok.
A veces, la respuesta al enigma está allí mismo, delante de nuestros ojos. Pero hay un ángulo ciego, una laguna mental que nos impide verlo. Por eso es importante esta especie de reset. En mi caso, significaba hacer un ejercicio para alejarme de mi momento presente, de mi carrera de periodismo, de mis títulos, de mi experiencia. Y recordar la esencia de mi niña.
Cogí papel y lápiz y me encontré con la imagen de la pequeña Ana Claudia, leyendo hasta tarde con una linterna, vertiendo sus enfados sobre el papel, escribiendo como un torrente sus alegrías, emocionándose con un libro, disfrutando el regalo de una libreta en blanco.
¿Y a ti qué te gustaba hacer de niño? ¿En qué pasabas horas y horas sin tener noción del tiempo? Te invito a que pongas en pausa tu momento presente y hagas esta excursión a tu pasado.
2. Como el pez en el agua – ENCUENTRA TU ELEMENTO
Me encanta el ejemplo de cómo el creador de los Simpson, Mat Groening, ignoró a los que le recomendaban hacer una carrera “normal” y dejar de dibujar y de inventarse historias para divertirse. Por suerte, Groening reconoció su elemento y no lo soltó.
El concepto de “elemento” lo inventó el experto en educación Ken Robinson (famoso por su charla TED “Las escuelas matan la creatividad”). Él lo explica así: “Cuando estamos en nuestro elemento, estamos conectados con nuestros más profundos intereses, con nuestra energía natural; y el tiempo pasa velozmente. Las ideas aparecen rápidamente, como si estuvieses conectado a una fuente que hace que sea muy fácil lograr tu cometido. Cualquier cosa que estés realizando resulta sencilla. Y sientes realmente que las ideas fluyen a través y fuera de ti; como si, de alguna forma, estuvieras canalizándolas”.
La mayoría de nosotros estamos un poco despistados sobre cuál es nuestro elemento porque nuestro sistema educativo lo tiene un poco olvidado. ¿Te gusta el teatro?, ¿trabajar con las manos?, ¿eres bueno con la música?
Una forma de ir descubriéndolo es hacernos preguntas que vayan de lo más general a lo más concreto. Por ejemplo, puedes empezar a definir si te gusta trabajar en solitario o en equipo; si prefieres las tareas mentales o las físicas; si te va mejor crear desde el caos o eres más bien metódico…
Si quieres encontrar tu elemento, te aconsejo utilizar la herramienta Ikigai; a mí me fue genial. La puedes descargar aquí. Para descubrir tu talento, la suerte no existe –como dice Robinson– todo es, más bien, una cuestión de actitud. ¿Empezamos?
¿Cuál es tu elemento? ¿Cuál es aquella actividad con la que te sientes totalmente conectado, como pez en el agua? Will Turner.
3. QUÉ DICEN TUS AMIGOS – ¿Cuál crees que es mi talento?
Tengo una amiga a la que siempre llamamos para preguntarle lugares especiales donde ir a cenar o tomar algo. Tiene una capacidad increíble para identificar estos sitios, recordarlos y entender exactamente qué estás buscando para cada ocasión. Creo que sería una fantástica guía gastronómica y de ocio.
A menudo, cuando hacemos algo de forma excepcional, nuestros amigos son unos linces: se dan cuenta enseguida. Son muy perceptivos a la hora de ver nuestros puntos fuertes (¡y también los flacos!). Por eso, otro de los recursos para descubrir tu talento es preguntarles directamente cuáles piensan que son tus dones o qué característica especial creen que tienes de forma natural.
Nuestros amigos, que nos conocen muy bien, suelen tener claro cuál es nuestro talento. Foto vía. Foto vía Helena Lopes.
Cuando el mundo de la comunicación se me fue quedando un poco corto y me planteé abrir un blog donde contar mis retos más locos o profundos, junté a mis amigas y les pregunté: ¿Vosotras cómo lo veis?
Respiré tranquila cuando me respondieron: “Te irá muy bien. Tienes una facilidad especial para poner palabras a los sentimientos. ¡Siempre lo haces y eso nos alivia!”.
Si no te quieres complicar, puedes hacerlo también a través de un email. Las respuestas te darán nuevas pistas, o te confirmarán conjeturas (¡este ejercicio trae muchas sorpresas!). Cuando leas esos correos de vuelta, puedes contestarte a ti mismo: ¿Está este don reflejado en mi trabajo actual? Si es que no, lo más seguro es que debas ponerte en acción, porque hay algo importante que cambiar.
4. La confirmación – PRUEBA (Y ERROR)
En los tres pasos anteriores, has indagado en tu parte interna más genuina a través de tu niñez, has profundizado en tu elemento y lo has corroborado con tu entorno.
El siguiente paso es confirmar con la práctica que “ése” que sospechas es realmente tu talento. Quiero decir que lo importante ahora es empezar YA a tocar la guitarra, a ir a una clase de cocina o ‒¡por fin!‒ a abrir tu propio negocio. Sea cual sea tu habilidad, ha llegado el día de ponerla a prueba.
¿Momento de pánico, eh? Yo un día me dije: Ana Claudia, si no bajas a tierra y materializas esta idea, nunca sabrás si éste es el camino. No sé por qué, pero esos días tenía una imagen recurrente en mi cabeza. Era yo misma, ancianita, preguntándome: “¿Por qué no me arriesgué?, ¿por qué no lo probé?”.
Luego, me puse en el peor de los casos: que todo fuera mal y tuviera que abandonar. Perfecto, me dije, ya encontraré otra cosa. Y aunque no soy muy fan de las frases, escucha ésta, del inventor Thomas Edison, que me llegó al corazón: “No fracasé, sólo descubrí 999 maneras de cómo no hacer una bombilla”.
Es hora de vencer los miedos y probar: lo que sí y lo que no. ¿Funcionará? Foto vía Nick de Partee.
Tenía miedo al fracaso, pero también miedo al qué dirán, a estresarme, a frustrarme. Así que me planifiqué (quizás te sirva esto que escribí: Lo que me funcionó para empezar: cómo pasé de la idea a la acción), preparé bien mi mente con la meditación y entrené mi cuerpo con ejercicio físico.
Y un día estuve lista para subir al trampolín. El salto más bello de mi vida.
5. No te dejes solo – ACOMPÁÑATE
¡Quiero descubrir mi talento! ¡Quiero una nueva vida! Pero, ¿qué hago con mis dudas?, ¿con quién comparto mis miedos y mis alegrías?, ¿quién estimula mi proceso?, ¿de dónde obtengo las nuevas herramientas que necesito?
Hace mucho tiempo me di cuenta de lo importante que es estar acompañado en un proceso de cambio.
Cuando el salto a la piscina es complejo (de esos con pirueta y doble tirabuzón), podemos plantearnos caminar junto a un experto, o un maestro –digámoslo así–, que aporte reconocimiento, inspiración, nuevos recursos y algo de exigencia para que podamos traspasar nuestros límites y alcanzar todo nuestro potencial.
Otras veces, es reconfortante encontrar un grupo, “tu tribu”. Yo lo descubrí hace años apuntándome a un curso de escritura. Desde el principio, comprobé lo positivo que es conectar con personas que aman lo mismo que yo, que entienden mi locura por los textos; y que, semana a semana, sustentan mi creatividad. Por entonces, mi paraíso estaba marcado en el calendario: la cita era cada martes a las seis.
Viajar acompañado, con personas conectadas con su talento, es una de las experiencias más satisfactorias. Foto vía Belle Co.
Te confieso que viajar acompañada es una de las cosas que más me gustan de mi nueva vida. Ya sabes lo que dicen: así las penas se dividen y las alegrías se multiplican. ¿Qué mejor que compartir la experiencia de volar en la vida que acabas de inventar para ti?
#####
Y ahora, es tu turno para hablar. En tu caso:
¿Cuál es tu talento innato que hasta ahora has mantenido en segundo plano? ¿Qué es lo que te frena a vivir la vida que siempre quisiste? ¿Qué crees que necesitas para dar el gran paso y volar?
Deja tus respuestas en un comentario a continuación, me encantará conocer tu historia.
P.D. Foto de portada vía Shutterstock
*****
Bio Ana Claudia Rodríguez
Ana Claudia es periodista y autora del blog “Y si de repente”, donde vive distintos retos y, como un conejillo de indias, te lo cuenta día a día, en primera persona. Ha trabajado para medios como La Vanguardia, la cadena SER o Newsweek, pero ahora lo que de verdad le interesa es ayudar a los otros en lo que ella lleva años indagando: el cambio y los nuevos desafíos. Puedes seguirla en el blog Y si de repente, en Youtube y en Facebook.
isaura muñoz dice
Excelente información y herramienta para quienes andamos en la búsqueda de nuestra razón de vida .Namaste
Ubay Serra Sánchez dice
¡Hola Isaura! Me alegro de que el artículo te haya gustado y te haya sido de utilidad.
Y Gracias a Ana Claudia por compartir esta valiosa información con la audiencia…
Ana Claudia dice
¡Gracias, Isaura! La búsqueda del camino propio es probablemente la más importante de nuestras vidas. ¡Qué bien que te haya servido el artículo!
Un abrazo grande.
*Y otro a Ubay, que con generosidad me dejó su espacio.
Carmen Caballero dice
Gracias por ayudarnos en la búsqueda.
Ubay Serra Sánchez dice
Gracias a vosotros, los lectores, por leernos, apoyarnos y apreciar nuestros textos. ¡Un abrazo!
Ana Claudia dice
Me encanta pensar que, en la vida, todos pasamos por momentos de confusión, en los que, en cierta manera, estamos dormidos. Lo bueno es que, gracias al otro, logramos despertar. Y de esta forma conseguimos mantenernos todos despejados y conscientes. *Yo en mi camino tuve un montón de personas-despertador 😉
¡Gracias por tu comentario, Carmen!
Vivir de mi talento dice
Probar, probar y seguir probando con lo que más disfrutamos hacer cada día nos acercará a encontrar nuestra verdadera pasión. Una vez que lo identifiquemos es fundamental llevar a cabo una investigación de mercado (aunque sea básica) para comprobar qué es aquello que más necesita un posible público insatisfecho relacionado a lo que más nos gusta. Esto con el propósito de encontrar un equilibrio entre lo que nos hace felices realizar y lo que están buscando otras personas.
Ana Claudia Rodríguez dice
¡Gracias por tu comentario! Y tienes toda la razón: a muchas personas les funciona muy bien el recurso de prueba y error. Aunque existe el riesgo de gastar demasiada energía en el trayecto (o frustrarse), tengo que confesarte que, en mi caso, es mi «modus operandi» preferido. 🙂
Y una vez identificada la pasión… ¡cuántas cosas! ¡y qué emoción! Se abre un trepidante abanico de posibilidades y vías de acción.
¡Gracias otra vez por tu aportación!
¡Un abrazo!
colachen guimaraes dice
me gustan todos estos temas ayudan mucho a la persona.