Vi el Blog de Ubay y no pude evitar caer en la tentación de escribirle con el deseo de compartir un pedacito de mi historia.
Yo también viví la experiencia de cambiar de estilo de vida y, curiosamente, al igual que muchas de las historias que leerás aquí, el cambio también se inició través de un viaje.
Con esta experiencia, que yo traduzco como «una etapa de mi vida», tuve la oportunidad de cumplir mi sueño de salir de la zona de confort. Y claro, para hacerlo tuve también que cambiar de estilo de vida, amigos, costumbres, idioma, horarios, etc.
Pero eso no es lo más importante, ni sobre lo que quiero hablarte.
Mi intención es compartir contigo las 2 enseñanzas más importantes que aprendí gracias a esta etapa de mi existencia. Para ello, te contaré lo que era mi vida antes de empacar mis maletas y cruzar el continente y lo que aprendí durante este camino.
Deseo que aprendas de esta experiencia, que no cometas los mismos errores y, por supuesto, inspirarte también a hacer ese cambio con el que tanto sueñas.
Mi realidad antes de cambiar de estilo de vida.
Quizá estás acostumbrado a escuchar una historia trágica o una crisis como motivación al cambio. Yo también las he escuchado y conozco muchas de primera mano. Sé que para muchos, la necesidad extrema fue la única capaz de sacudirlos lo suficiente como para hacer el esfuerzo extra por alcanzar más.
Sin embargo, para mí fue diferente.
Tengo que aceptar que sí era una mujer feliz y que me gustaba lo que hacía en mi día a día.
Considero que mi vida laboral era exitosa. Trabajaba a cargo de las negociaciones bursátiles de una institución financiera. Hacía presupuestos, me reunía con los gerentes hipotecarios de varios bancos, estaba a cargo de proyectos, etc. Además, tenía una gran amistad con la mayoría de mis colegas de oficina. Asi que sería mentira decir que no era feliz en mi trabajo.
Pero, al mismo tiempo, me negaba a vivir esclavizada en aquel trabajo y a dedicar todas mi energías sólo a ello.
Así que, constante y ansiosamente, buscaba más actividades para hacer. Actividades que me dieran la sensación de que mi vida tenía más valor y sentido que únicamente ir a trabajar para otros.
Y como respuesta a esta necesidad, vivía intensamente.
Me reunía con mis amigas mínimo 3 veces por semana, visitaba a mi tía o a mis abuelos mínimo una vez por semana, y las visitas a mis padres y las actividades junto a ellos se llevaban todo el tiempo extra de que disponía. Lastimosamente, aún siento que les dediqué muy poco tiempo.
Pero eso no es todo.
Porque la verdad es que las 50 horas semanales dedicadas al trabajo, o las 30 horas semanales dedicadas a mis seres queridos no eran suficiente.
Sentía curiosidad permanente por aprender más, así que usualmente estaba inscrita en algún curso abierto de cualquiera de las universidades de mi ciudad.
Además, tenía también la necesidad de entregar más de mí al mundo. Sentía que debía entregar más de mi tiempo y de mi vida a otros, así que me uní a varios grupos de voluntarios.
Trabajaba de voluntaria en hospitales, en centros de acogida para personas sin hogar y en proyectos de la iglesia. También lideraba mis propios proyectos y entregaba víveres y libros en zonas rurales desprotegidas, etc.
Esa era yo, una mujer que aparentemente lo tenía todo y que vivía bastante ocupada.
Pero aun así no estaba 100% satisfecha con mi vida. Dentro de mí sentía que debía haber algo más.
Sentía que debía entregar más de mi tiempo y de mi vida a otros. imagen vía GetStencil
Creía saber lo que quería
Recuerdo que la respuesta que tanto buscaba llegó en la conversación más casual que puedes imaginar. Conversaba con alguien sobre un par de las actividades que yo realizaba a lo largo del mes y espontáneamente esa persona me preguntó qué era lo que más me gustaba hacer.
De todas las cosas que hacía, qué era lo que yo más disfrutaba.
Y así, en ese momento comprendí que lo que yo más disfrutaba hacer era: entregar mi tiempo, conocimientos y energías a mejorar la calidad de vida de otras personas.
El momento que yo más disfrutaba era cuando ayudaba a otros, así que decidí dedicar mi vida a ello.
En principio todo suena muy bonito y sencillo, pero en la práctica es mucho más complejo.
La meta estaba clara pero me faltaban muchas otras respuestas; y aquí llega la primera enseñanza que quiero compartir contigo.
Cuando planees un cambio radical en tu vida por alcanzar un sueño, incluye también la planificación de lo que debes hacer para alcanzarlo.
Reflexiona y contesta antes a las siguientes preguntas:
- ¿Qué es lo que quieres alcanzar?
- ¿Cómo va a cambiar tu vida cuando lo logres?
- ¿Qué recursos (incluido tiempo) vas a necesitar?
- ¿Qué vas a hacer si no consigues el resultado esperado?
- ¿Cuáles son 3 de las diferentes alternativas que tienes para alcanzar tu sueño?
En mi caso decidí que quería cambiar de estilo de vida por uno que me permitiera dedicarme a mejorar la calidad de vida de otros.
Aquí es donde quise fraguar mi sueño de cambiar de estilo de vida. imagen vía GetStencil
Y para hacerlo, busqué las respuestas en el lugar donde hasta ese entonces había siempre relegado mis decisiones: La Academia.
Soy -o era hasta hace 3 años- una persona académica. Tengo 3 postgrados y 3 de los 5 títulos universitarios que tengo son otorgados por universidades que están en el top 100 de las mejores en su área.
Y la verdad es que, independientemente de si eso representa mucho o poco para ti, en aquella época de mi vida yo tomaba muchas de mis decisiones respaldadas en la academia.
Así que lo hice una vez más y busqué las mejores universidades en ayuda humanitaria. Me inscribí en un programa conjunto de las Naciones Unidas con estas universidades y me especialicé en ello. Al fin y al cabo, quién iba a saber más de «ayudar a otros» que las mismas Naciones Unidas.
En mi mente todo era muy claro: había leído el contenido de la carrera, sabía lo que aprendería, lo que podría alcanzar y las oportunidades que llegarían después de ello.
Vendí mis pocos bienes, dejé en casa de mis padres unas cajas llenas de libros y recuerdos, empaqué dos maletas, dejé mi querido Ecuador y viajé a Europa para completar durante dos años un master internacional en ayuda humanitaria.
El error no estaba en el plan sino en el resultado esperado
Quisiera decir que los planes resultaron como yo lo imaginaba y que mi participación en aquel reconocido programa me dio la oportunidad de la forma que yo deseaba, pero la verdad es que no fue así.
En realidad, el programa académico fue una gran decepción en términos de lo que yo esperaba.
Pero precisamente ahí está la segunda enseñanza que quiero compartir contigo.
No existe una sola meta final ni un plan específico para alcanzarla.
Piensa en la analogía de las montañas sobre la cual seguramente ya has leído antes.
Siempre hay varios caminos para subir a una misma montaña. Foto vía GetStencil
Si tu meta final es subir una montaña, sólo cuando estés ahí arriba podrás ver que existían muchos otros caminos mejores a los que tu recorriste. Y, además, verás también que detrás de esa montaña hay otras 10 más que también desearás subir.
Y así es la vida, una y otra vez, en cada meta que deseas alcanzar.
En mi caso, pensé que el programa me daría todos los conocimientos y oportunidades para poder dirigir proyectos por mi propia cuenta. También pensé que hacerlo sería lo más gratificante, y que aquello daría a mi vida el sentido extra que yo buscaba.
Pero la verdad es que me equivoqué al pensar que algo externo daría a mi vida el cambio que yo anhelaba.
Entregué todo el poder y también la responsabilidad de mi felicidad a un tercero. Creí que ellos serían quienes me permitirían ayudar a otros y gracias a quienes mi vida tendría más sentido.
¡ERROR!
Nunca serán otros los que se encargarán de arreglarlo todo para alcanzar tus sueños. No será una actividad, un trabajo o una persona la que llegará a tu vida a darle un mayor sentido y a decidir cuánto valor tiene tu presencia en el mundo.
La única persona que puede medir cuánto vale tu vida eres tú mismo.
Aquella «búsqueda de la felicidad» o «búsqueda de satisfacción personal» no se realiza hacia afuera.
En realidad, ningún viaje, ninguna universidad, ningún trabajo, ninguna persona, etc. te entregará lo que tú estás buscando de ti mismo.
Todo aquello es el escenario exterior, pero eres tú -en tu interior- quien debe vivir ese descubrimiento.
Como bien dice el dicho, «tú eres el protagonista y director de tu propia historia»
El viaje es sólo el escenario, el verdadero cambio lo decides en tu interior
Sí, un viaje puede inspirarte a cambiar de estilo de vida. También lo puede hacer un nuevo trabajo, una persona, un libro, etc.
Todos éstos son sólo factores externos que forman parte del escenario donde tú vivirás un cambio de vida.
¿Y por qué digo que son sólo el escenario?
Porque la verdad es que tú decides qué tomar de cada experiencia y cómo influenciará tu vida. Tú decides qué importancia tiene cada persona y cada experiencia en tu vida y escoges también qué retribuir.
No hay circunstancia externa que te haga cambiar si es que tú no quieres hacerlo por ti mismo.
El verdadero cambio lo decides en tu interior. Foto vía GetStencil
En mi caso, yo esperaba que otros me dieran la oportunidad exacta para poder sentir (o demostrarme a mí misma) que mi vida tenía más sentido y valor. Y en esta experiencia aprendí que un tercero, ya sea trabajo, persona, momento…, te puede dar oportunidades, pero que sólo yo decido cómo usarlas y cuánto valor aportan a mi vida.
Durante esta época descubrí que la oportunidad que el programa académico me ofrecía era, precisamente, aquello de lo que yo había estado huyendo: dedicar todo mi tiempo y energías a trabajar para un tercero.
Es decir, terceras personas manejarían mi tiempo según sus intereses y limitarían mis capacidades para satisfacer sus requerimientos. Sí, estaría trabajando para mejorar el bienestar de otros, pero lo haría a costa de mi propia calidad de vida.
Por fortuna, en esa época de mi vida dediqué mucho tiempo a la introspección, cultivé el arte de tener paz conmigo misma y aprendí a escuchar mi interior antes de tomar decisiones a largo plazo. Como diría Ubay, en ese momento estaba armoniosamente conectada con mi esencia, y gracias a ello pude tomar las decisiones sabiendo lo que era mejor para mí.
Organicé mi vida considerando mis valores esenciales y la calidad y estilo de vida que deseaba tener. Y comprendí que la mejor forma que tengo para ayudar a otros es produciendo.
Entonces, decidí concentrarme en mejorar mis capacidades y utilizar más aquello en lo que soy talentosa.
Y así, hoy por hoy produzco para ayudar a mujeres en todo el mundo a mejorar su calidad de vida. Produzco para generar empleo y ser parte de una cadena que mejora la vida de muchas más personas de las que yo puedo ver.
Y, porqué ocultarlo, produzco también para generar ingresos. Ingresos que algún día serán tan grandes que me permitirán dirigir más proyectos para ayudar a otros de la forma como siempre lo soñe: sin sacrificar el tiempo que deseo dedicar a mi familia.
Resumen del proceso de mi cambio de estilo de vida
Quitando todos estos detalles de mi vida, te resumo lo más importante que deseo compartir contigo
Las 2 enseñanzas más importantes:
- Cuando planees un cambio radical en tu vida por alcanzar un sueño, incluye también la planificación de lo que debes hacer para alcanzarlo
- No existe una sola meta final ni un plan específico para alcanzarlo. Será una evolución y un descubrimiento constante que tiene un inicio, pero no un fin.
Los errores que no quiero que cometas
- Entregar a un tercero el poder de tu felicidad
- Creer que algo externo (trabajo, persona, viaje, etc) llegará a darte lo que tu esperas
- Sacrificar el tiempo que deberías dedicar a tu familia
- Detenerte o rendirte cuando el camino para alcanzar tus sueños es más largo o difícil de lo que imaginaste en un principio
Confío en que recuerdes esta historia y que, cuando tomes la decisión de cambiar de estilo de vida, tengas en cuenta las enseñanzas que he compartido contigo.
Y ahora, es tu turno para hablar. En tu caso:
¿qué es lo que te inspira o te inspiró a cambiar de estilo de vida? ¿Fue una situación en particular, una persona en concreto, tus valores esenciales…?
Deja tus respuestas en un comentario a continuación, me encantará conocer tu historia.
Bio Mariela Sánchez
Escritora, asesora especializada en apoyar a mujeres a hacer frente y superar situaciones difíciles mediante el uso de historias, anécdotas, guías, vídeos y libros. Tiene un máster en Administración de Negocios y un máster de Humanidades. Escritora, coach especializada en mujeres, autora del Libro “Siguiente Capítulo”.
Mi enhorabuena por encontrarte a ti misma, cada un@,recorremos este camino interior de manera única, ya que somos únicos. Siempre, si sabemos escuchar nuestra intuición, cogeremos el sendero adecuado en su momento y confiar en ella.
Nadie te podrá llevar ese vacío interior, sólo compartir y dar a cambio de gratitud, que es cuando realmente nos llenamos nuestro interior, ya que nuestra fuente es infinita. Cuando estamos equilibrados no hay miedos, temores, vacíos…
Un beso (incondicional)
Hola Toñi, muchas gracias por tu comentario y por resaltar que la felicidad está únicamente dentro de cada uno de nosotros.
Hasta pronto
Marie
Hola Mariela!
He flipado con tu historia porque se parece mucho a la mía.
Cuando yo cambié de vida tenía una vida genial pero sentía q había mucho más, q podía ayudar a mucha más gente y en el camino me encontré con una de mis pasiones olvidadas: el empoderamiento femenino.
Me ha costado escribir después de los dos puntos porque parece q hay q medir las palabras cuando se habla de ayudar a las mujeres. Podría haber hablado de mi pasión en muchos términos, pero es algo tan «desde dentro» q me corre por las venas q ninguna definición le haría justicia.
Pero trabajar en la consecución de un mundo mejor para las mujeres es trabajar por si bien común de la humanidad, creo yo claro.
Te felicito por el artículo donde nos dejas esos pedacitos de ti y voy ahora mismo a echarle un vistazo a tu trabajo q creo q me va a encantar 😉
Un abrazo
Hola Tania
Muchas gracias por tan lindo comentario. Coincido contigo, la pasión puede ser descrita con varios términos, pero es en realidad algo que llega desde lo más profundo de cada ser.
Que lindo habernos encontrado gracias a Ubay, quien sabe y algún día tendremos una tertulia para conversar de nuestras experiencias.
Hasta pronto
Marie
Hola Marie!
Un placer conocerte…!
Espero te encuentres bien…
Agradecida con DIOS y contigo por haberte cruzado en mi camino a través de este artículo tan interesante.
Gracias por compartir tu experiencia, porque nos das Luz para aprender de tus errores…Estoy en búsqueda de esa pasión que termina llenando todas las fibras de nuestro ser…Sólo sé que es servir, pero me falta el enfoque.
Un abrazo sincero y muchas Bendiciones!
Hola Francis
Gracias por tu comentario, me alegra saber que mi historia ha sido una inspiración para ti. Define tu enfoque, establece las metas que deseas cumplir y empieza el recorrido.
Sigue adelante y recuerda que siempre cuentas con el apoyo de personas como yo o como Ubay.
Hasta pronto
Marie
Felicidades por haber recogido las enseñanzas de tu pasado y por la valentía de enfrentarte a ti misma en tu viaje interior.
Sigue adelante con tu pasión que lo que pienses, lo serás; lo que sientas lo atraerás y lo que te propongas lo crearás.
Muy orgullosa de ti por ser tú.
Muchas mujeres de seguro apreciarán tus guías y servicios.
Hola Gio, muchas gracias por tu comentario, por tus buenos deseos y por tus positivas palabras. Tienen mucho valor para mi
Hasta pronto
Marie