Veo mucha, demasiada gente que busca la verdad “ahí fuera”
Las personas buscan la verdad en la televisión, en la opinión de sus amigos o en Google. Otros van más allá y la buscan en un periódico o en libros de autoayuda de los cuales se vuelven adictos.
Sin embargo, la verdad más importante y relevante a la hora de tomar una decisión o actuar no es la de tu mejor amigo ni la de tus padres. Tampoco es la que te impone la sociedad o la que te enseñaron de pequeño en la escuela. La verdad más importante y relevante es la tuya, la que nace de lo más profundo de ti.
Los demás pueden opinar o aconsejarte. La escuela puede haberte entrenado a pensar de una forma o de otra. Y la sociedad puede presionarte para que actúes en función de los intereses de una minoría. Pero el que decide eres tú y, por tanto, la opinión que cuenta es la tuya. Porque las consecuencias de lo que hagas, digas o pienses siempre acabraán recayendo sobre ti mismo, así que trata de ser fiel a tu verdad y utilízala para vivir tu vida.
A continuación me gustaría mostrarte 10 reflexiones cortas que creo que pueden llegar a inspirarte:
1. Mi verdad
No me creo en posesión de la verdad, sólo en posesión de mi verdad. Una verdad dinámica y mutable, pero una verdad propia, sincera y consciente. Una verdad creada a mi gusto, por y para mí. Una verdad que me resulta útil y eficaz a la hora de vivir la vida y conseguir mis objetivos.
Soy dueño de mi verdad, ésa que me define como persona y de la que estoy orgulloso ¿Tienes tú esa verdad? ¿Una verdad propia y hecha a medida¿ ¿Una verdad que te sirva de referencia, te defina como persona y guíe tus pasos?
2. Felices en el propio engaño
Quizás ninguno de nosotros posea la verdad absoluta. Es más, seguramente todos vivimos engañados de alguna forma. ¿Y qué importa? Lo que importa es que ese engaño provenga de ti mismo, que seas feliz en él y que permita tu desarrollo personal.
3. ¿Qué es lo correcto?
No pienses que algo es correcto o no en función del criterio de otros o la opinión de la mayoría. Pregúntate si lo que haces te hace sentir mejor desde el fondo de tu ser. Si es así, es correcto. Y si has sido sincero y honesto contigo mismo, las acciones que de ello se deriven serán siempre beneficiosas para ti y para los demás.
4. Equivócate desde ti mismo
Tengo mis verdades, y a través de ellas aprenderé, creceré y me equivocaré. No me pidas que me equivoque a través de tus verdades o las de otro, pues me estaré equivocando a través de ti o de aquél.
5. ¿Tu verdad o la verdad ajena?
Fíate más de tu experiencia y de lo que tú sabes antes que de las opiniones de los demás o de aquello que lo otros creen saber. La gente puede resultar muy convincente induciéndote a errar en base a sus opiniones, pensamientos y fantasías sin fundamento.
Si erras es mejor hacerlo en base a lo que tú sabes por ti mismo que errar en base a lo que saben los demás . Equivocarte por ti mismo te permite obtener mayores aprendizajes. Acertar por tu propio pie te permite experimentar verdaderos triunfos.
6. Los consejos: modo de empleo
Transcripción de una conversación real:
-Aconséjame. ¿Tú que harías en mi situación?-dijo.
-¿Para qué? Si harás lo que te dé la gana-contestó.
-¿Acaso condicionas el darme tu consejo a que acabe haciendo lo que éste dicte? Si es así, mal consejero eres. El consejo debe ser una ayuda incondicional que me ayude a definir mis propios criterios de actuación y no algo que me comprometa a actuar según sus dictados.
7. ¿Fiel a tu vieja palabra o fiel a ti mismo?
Muchas personas prefieren llevar hasta el final sus viejas palabras, decisiones, ideas o promesas aún cuando han descubierto o constatado que éstas ya no están de acuerdo con su forma de ver mundo. Prefieren ser fieles a su viejo modelo que a sus nuevos descubrimientos y, por tanto, a la nueva versión de sí mismos.
Esta actitud suele estar mediada por el orgullo, el miedo o la ignorancia. Mantenerla te lleva a actuar de forma desalineada con lo más profundo ti y, por tanto, frena tu proceso de crecimiento personal.
8. El gurú
No existen gurús portadores de la verdad absoluta. Cada uno debe tener su propia verdad, una verdad que debe seguir con firmeza mientras e permita cumplir sus objetivos.
Cada verdad, idea u opinión no es más que una parte de la verdad absoluta. Por tanto, todos tenemos algo de gurús, pues cualquier parte de la verdad absoluta tiene el potencial de dar luz o aportar algo positivo a otra persona cuando ésta más lo necesita.
9. Tu verdad y el ADN del universo
En el interior de cada célula reside su ADN, el lugar donde yacen todos los secretos del cuerpo al cual ésta pertenece. Y en nuestro interior reside nuestra Esencia, el lugar donde podemos encontrar las respuestas a cualquier duda que podamos tener, pues es allí donde yace el ADN del mismísimo universo del cual formamos parte.
10. El camino de cada cual
Nunca juzgues el camino de nadie puesto que éste es único, individual e intransferible e, independientemente de cómo se manifieste externamente, es el que permite la evolución de cada cual. Todos podemos evolucionar, crecer y encontrar la felicidad por caminos diferentes, ya sea como agricultores en un aislado pueblecito, ayudando a niños con sida en un país de África o trabajando y viajando por el mundo como artistas callejeros.
¿Y tú? ¿Sigues tu propia verdad?
¿Estás de acuerdo con estas reflexiones? ¿O te gustaría añadir alguna cosa más? Te invito y animo a que compartas tu opinión…
JOSÉ REPISO MOYANO dice
VERDAD es no darle aliento, comida, calor, tapadera, comodidad, rentabilidad, consentimiento, beneficio, complicidad o argumentación válida a una mentira.
Y MENTIRA es un «porque sí», una excusa o una justificación a un no cumplir el deber ético, una incoherencia entre lo que se dice y se hace, un vetar algo real al interés público, un aprovecharse de un bien indecentemente, un callar una injusticia o, siempre, una sinrazón cualquiera.
¡Atención!: Únicamente hablo de VERDAD RACIONAL y de MENTIRA RACIONAL, ¡no de otras! La base para las demás será siempre la VERDAD RACIONAL.
Galileo, ¿por qué tenía verdad?, pues porque se contrapuso POR PRINCIPIOS (para beneficiar a la razón o al bien) siempre a la mentira, ¡por eso solo!, porque la aspiró sin darle cuartel a lo falso o a la mentira.
Es lo mismo que hace cualquier animal, que aspira a la verdad que contiene la Naturaleza; pero no se despega hacia lo que pueda desorientarlo o equivocarlo en eso. En los seres humanos, son los intereses sociales (artificiales) los que los desorientan y los manipulan en manos de poderes retorcidos de tales intereses. José Repiso Moyano
Ubay Serra Sánchez dice
Hola José,
Tu último párrafo es mi preferido.
Gracias por aportarnos una parte de tu verdad.
Un abrazo