Hoy en día, la soledad es una palabra de connotaciones negativas.
Al pronunciarla, la gente suele asociarla a tristeza, depresión, infelicidad… y, por ello, suelen evitarla a toda costa.
Entonces, buscan desesperadamente amigos, pareja y actividades grupales para encontrar el placer, el bienestar y la felicidad que no logran por sí solos. Y ahí empieza el problema.
Porque la soledad es necesaria e imprescindible para estar bien contigo mismo y con los demás; con lo que debemos aprender a abrazarla y a lidiar con ella.
En este artículo comprenderás por qué, y te daré las claves para logres convertir la soledad en uno de tus mejores aliados.
¿Cómo ve la gente la soledad?
Así es como ve la gente la soledad. Foto vía Shutterstock
La soledad es vista como una desgracia, un problema o una situación incómoda que hay que evitar.
Es una palabra de perdedores de la cual queremos huir lo antes posible.
Si no lo crees, dile a alguien que vas a cine solo y observa la cara con que te mira.
O dile a tus amigos que has salido de fiesta por tu cuenta. Probablemente, se reirán de ti, les darás pena o se ofrecerán a acompañarte otro día.
También puedes decirle a tus compañeros de trabajo que pasaste el domingo solo en casa. O comunicarle a tu familia que te vas de viaje en solitario a un país exótico, o que estás pensando en montar un negocio sin otros socios que te apoyen. Es muy posible que proyecten sobre ti sus propios miedos e inseguridades e intenten boicotear tus planes.
En cualquiera de estos ejemplos, es muy posible que los demás –incluso tú mismo– te acaben viendo como un perdedor (o un temerario). Y entonces, ¿qué sueles hacer? Buscar compañía para sentirte, de nuevo, “un ganador”: querrás ir al cine con tus amigos, salir de fiesta con un grupo divertido de gente, ir de viaje bien acompañado o montar un negocio con un fabuloso equipo multidisciplinar al lado. Aunque no te apetezca
Pero, ¿por qué?
¿Por qué la soledad está tan mal vista?
La soledad está mal vista. Foto vía Shutterstock
La soledad está mal vista porque deja al descubierto tus carencias internas, así como muchas de tus limitaciones personales.
Y como nadie quiere mostrar aquello de lo que carece, intentamos taparlo con la compañía de los demás.
Las personas que no soportan la soledad suelen mostrar o tener:
- Miedos, de cualquier tipo.
- Inseguridad en su forma de ser y actuar.
- Baja autoestima.
- Poco conocimiento y aceptación de sí mismos.
- Una forma de ser superficial.
- Una educación que les ha enseñado que la soledad es mala, lo cual genera…
- Un sistema de creencias deformado y ajeno a su propia verdad.
- Una crianza en la que nunca estuvieron solos (familias muy numerosas, jóvenes criados en pandillas…).
Y ojo, no estoy diciendo que disfrutar de la compañía de los demás o hacer actividades en grupo sea malo. Al contrario, saber relacionarse en grupos, tener amigos y crear asociaciones es maravilloso y muy necesario. Pero antes tienes que haber aprendido a estar solo y a lidiar con la soledad. ¿Por qué motivo?
Porque la soledad es un pilar fundamental en tu crecimiento personal; es una herramienta básica que te aporta muchas de las cosas que necesitas para desarrollarte plenamente.
Lo que te aporta la soledad
La soledad puede aportarte un sinfín de cosas positivas. Por ejemplo.
1. Te ayudará a superar ciertos miedos e inseguridades
Si te asusta la soledad y nunca te has valido por ti mismo en completa autonomía, deberías experimentarla. Prueba, por ejemplo, a vivir solo, o a viajar en solitario; te verás forzado a prestar atención a los detalles, a ser responsable y a velar por tus necesidades en todo momento.
2. Facilita el autoconocimiento, la autoaceptación y la superación de tus limitaciones
Siguiendo el ejemplo anterior, vivir o viajar solo hará que te pongas a prueba ante situaciones que nunca has vivido antes, lo cual hace que reacciones de formas que ni siquiera conocías. Ello contribuirá a que te conozcas mejor, a que te aceptes a ti mismo o a que intentes superar tus limitaciones, como la necesidad de estudiar idiomas, aprender a cocinar u otras habilidades.
3. Aumenta la autoestima y te ayuda a hacer amigos
Si tienes una baja autoestima y te cuesta relacionarte con las personas, oblígate a hacer actividades que realmente te gusten en solitario.
Apúntate a un club de excursionismo, o sal a patinar por tu cuenta; apuesto a que encuentras personas afines que comparten tus mismos hobbies. O ve a una discoteca solo a bailar, puede que te veas obligado a interactuar con otras personas y a mejorar tus habilidades sociales.
Suena contradictorio, pero sí, la soledad también puede ayudarte a hacer amigos.
La soledad te aporta muchas cosas positivas. Foto vías Shutterstock
4. Facilita la introspección y te ayuda a lidiar con tus propios pensamientos y procesos mentales
Por ello, quedarte un fin de semana en casa puede ser un excelente plan para meditar o para reflexionar sobre temas pendientes o proyectos de futuro.
O puede que, simplemente, lo necesites para descansar, recuperarte y reencontrar tu equilibrio psicoemocional.
5. Estimula tu creatividad y tu imaginación
La soledad es el momento ideal para crear proyectos personales, escribir, dibujar, escuchar música o, simplemente, jugar.
Los hijos únicos, por ejemplo, son muy buenos a la hora de crear sus propios juegos. Incluso, pueden llegar a desarrollar la figura del amigo invisible, lo cual potencia su imaginación. Este hecho, más que un problema, es algo que incide positivamente en su desarrollo personal.
6. Te ayuda a encontrar el silencio
La soledad es el mejor contexto para encontrar el silencio. Y el silencio es el mejor amigo de la tranquilidad, la introspección y el conocimiento de uno mismo (ver punto 4).
Con el tiempo, es muy posible que no necesites la soledad para encontrar el silencio; sin embargo, nunca aprenderás a encontrarlo en medio del ruido y la gente.
A lo largo de mi vida he conocido muchas personas que buscan desesperadamente compañía y lugares ruidosos para tapar vacíos que ni siquiera saben identificar. Otras, huyen de la soledad y el silencio porque les da miedo lo que allí puedan encontrar.
No obstante, encontrar te permite conocer, conocer te hace libre –como decía Sócrates–, y ser libre te hace feliz.
La soledad es necesaria
Huir y renegar de la soledad supone renunciar a todo lo bueno que ésta te aporta y, a su vez, como ya dije, pone de manifiesto tus carencias personales (miedo, inseguridad, baja autoestima, poco conocimiento de uno mismo…).
Sin experimentar profundamente la soledad no es posible ser una persona valiente y segura de sí misma, o mostrar el temple necesario para hacer frente a las adversidades. Si no sabes lidiar con la soledad no puedes saber quién eres, qué es lo que quieres o hacia donde quieres ir. Y, sin todo ello, no puedes estar cómodo contigo mismo ni encontrar la paz mental.
Sin la soledad tampoco es posible construir relaciones sanas con los demás, porque quien no sabe estar solo busca compañía a cualquier precio, y ello suele hacerte elegir mal a tus amigos, y a tu pareja. Es entonces cuando se crean falsas amistades, relaciones de dependencia y parejas tóxicas. Quien no sabe estar solo se precipita, y malgasta su tiempo en relaciones destructivas en lugar de fortalecerse y equilibrarse cultivando una buena relación consigo mismo.
Y, como es lógico, si no tienes una buena relación contigo mismo ni con los demás, ¿Cómo crees que te va a ir en el resto de ámbitos de tu vida? ¿Cómo vas a elegir correctamente tus objetivos?, ¿cómo vas a encontrar la fuerza y equilibrio necesarios cuando la vida te dé un tortazo?, ¿cómo vas a encontrar el amor verdadero?, ¿cómo vas a tener una buena relación con tus compañeros de trabajo, o tus clientes?
¿Cómo vas a ser feliz?
Sólo hay una forma, yendo al origen y cultivando la fuente de la cual proviene todo lo que ocurre en tu vida: tú.
Todo lo que ocurre en tu vida proviene de ti, de lo que piensas, de lo que sientes y de lo que haces. Por tanto, cultívate a ti mismo mediante la introspección, el diálogo interno o la meditación. Sé sincero contigo mismo, utiliza tu intución y escucha tu Esencia.
No hay mejor forma de hacerlo que a través de la soledad.
Aprende a vivir y a disfrutar de la soledad
Saber disfrutar de la soledad es fundamental. Foto vía Shutterstock
Hoy te invito a que cambies tu percepción de lo que es la soledad.
La soledad no es una desgracia, un problema o una situación a evitar. Más bien, puede ser una oportunidad, un privilegio y un placer.
Por ello, si vas al cine solo, céntrate en disfrutar plenamente de la película; y si pasas un fin de semana en casa, tómatelo como una gran ocasión para reflexionar, descansar y relajarte con una taza de té en la mano.
Desde hoy mismo, no dudes en hacer un viaje en solitario; vivirás la aventura de tu vida y conocerás un montón de gente afín. Atrévete a salir a bailar tú solito, será una gran forma de vencer la timidez y conocer a personas nuevas.
Y, si te apetece montar tu propia empresa, no esperes a tener un gran equipo detrás; da el paso y, poco a poco, ya irás conociendo a las personas adecuadas.
En definitiva, no huyas de la soledad, no la evites; al contrario, ve a buscarla y, cuando la encuentres, abrázala con todas tus fuerzas y en todas sus dimensiones.
Y toma toda la que necesites.
Algunos necesitan mucha, otros necesitan menos; pero todos, sin excepción alguna, la necesitamos. Así que sé sincero contigo mismo y no hagas caso de aquellos que se han atrevido a demonizar algo tan natural y necesario como la soledad.
Porque la soledad es, en realidad, uno de tus mejores aliados.
######
Y ahora, es tu turno para que puedas expresar tu opinión. ¿Estás de acuerdo con que la soledad es necesaria? ¿Has aprendido a disfrutar de la soledad, o sigues evitándola a toda costa?
Cuéntanoslo en los comentarios de aquí abajo…
P.D. Portada vía Shutterstock
#####
Nota final: este artículo es parte de mi libro, Secretos de un Maestro Ascendido
Patry13 dice
GRACIAS, GRACIAS Y MIL GRACIAS!!Gracias por todas tus palabras!! que suerte haber encontrado tu blog!!
Ubay Serra Sánchez dice
¡Gracias a ti por leerme Patri! ¡Un abrazo!
Maria dice
Me ha gustado tu artículo, Ubay
Es cierto que no es fácil estar solo y tampoco disfrutar de la soledad, aunque realmente es necesario para conocerse, como bien dices, y desde luego es reconfortante apreciar el espacio que cada uno tenemos en nuestro interior, y que se consigue en soledad. Gracias, me ha gustado leerte. Maria
Ubay Serra Sánchez dice
¡Hola María! Qué bueno que te haya gustado.
Espero que te ayude a valorar más el precioso tiempo que puedas llegar a tener contigo misma en soledad, pues, como digo, es muy necesario para crecer como persona.
Por supuesto que tener relaciones sociales y saber manejarse es importante, vital, pero cuando hemos aprendido a lidiar con la soledad esas mismas relaciones son mucho más maduras, verdaderas y satisfactorias…
Te mando un fuerte abrazo
Tania dice
Hola Ubay!
Suscribo todo lo que dices porque yo precisamente soy una de esas personas que aman la soledad. Es más, es que la necesito, que quizá esto pueda llegar también a ser patológico a veces.
Un rato al día, por corto que sea, me produce una sensación tan placentera que para mí es droga. De hecho, si creo que voy a tener un momento de soledad y se me estropea por cualquier circunstancia, no lo gestiono del todo bien.
Para mi la soledad es paz, bienestar, libertad…momentos que me regalo a mí misma para hacer, o no hacer, aquello que me apetece con mi mejor amiga (yo).
Recuerdo que estoy ya me pasaba de pequeña. Cuando me quedaba sola en casa no aprovechaba para hacer una fiesta sino para disfrutar de esa soledad.
Justo ayer lo hablaba con un amigo que estaba pasando por unos momentos en los que le apetecía mucho estar solo y su entorno no lo entendía. Como tú dices, la gente piensa que estás deprimido, que algo malo te pasa…¿Quién quiere estar solo hoy en día?
Pues por suerte mucha gente que ha entendido que la soledad es necesaria y muy beneficiosa para nuestro propio crecimiento.
Un abrazo grande
Ubay Serra Sánchez dice
¡Hola Tania!
Me alegra que seamos de la misma opinión y que ambos valoremos la soledad como se merece o, por lo menos, tal y como sentimos que debemos vivirla.
Como imaginarás, yo también soy de los que abraza su soledad para ver una película, tomarse un té o estar tranquilamente haciendo mis cosas: escribiendo o digiriendo ideas, creando cosas o maquinando nuevos proyectos.
Y sí, mucha gente no entiende que uno haga cosas solo, lo ve como algo malo, algo a evitar, pero bueno, cada uno es como es, y mientras sea elegido con conciencia, no pasa nada; por desgracia, mucha gente lo necesitaría más de lo que piensa.
Pues nada, disfrutemos de nuestra soledad, ya que sólo así se logra estar mejor acompañado…
¡Un fuerte abrazo!
Luis Antonio Alfaro Molina dice
El placer de la soledad tiene un sabor y produce una expectativa positiva de ti mismo, si quieres. Hazlo ahora mismo e inicia ese viaje maravilloso de conocerte y de paso conocer a otros, Dios les bendiga