En el sistema económico capitalista actual, todo –absolutamente todo (o casi)– gira entorno al dinero.
En la antigüedad necesitábamos fuerza, destreza, capacidad de negociación, habilidad en el cultivo de las tierras o precisión en el manejo de las armas de caza para satisfacer de forma directa nuestras necesidades.
Hoy en día, cualquier cosa que puedas necesitar, querer o desear cuesta dinero y, por tanto, tener ese dinero se convierte en un acto básico de supervivencia. Y ahí empiezan los problemas… ¿Cuáles?
El primero es que, para conseguirlo (el dinero), no siempre necesitamos desarrollar nuestras capacidades físicas o intelectuales, como antaño; ni tampoco hacer una contribución útil y noble al prójimo. Es más, con demasiada frecuencia, es posible obtener dinero realizando actividades incompatibles con el bien de la comunidad o con la vida misma.
El segundo es que todos somos esclavos del dinero, puesto que, sin él, no podemos hacer absolutamente nada, ni siquiera vivir.
Entonces, la pregunta que me hago es la siguiente: ¿es posible ser rico con poco dinero en el sistema actual?
A continuación, voy a intentar darte algunas respuestas
El impacto del dinero en la vida de la gente: los dos tipos de persona
En relación al dinero, existen dos tipos de persona: la gente que tiene mucho dinero y la gente más humilde, que tiene poco o muy poco. Obviamente, existen todos los puntos intermedios, pero lo curioso del caso es que, dentro de estos extremos, observo frecuentemente actitudes totalmente contrapuestas.
Por un lado, las personas que más dinero tienen suelen adoptar un tren de vida afín a su nivel de ingresos: enormes casas, lujosos coches y un día a día repleto de objetos caros, comidas en buenos restaurantes y caprichos exclusivos que hacen que su cuenta corriente se vacíe al mismo ritmo que se llena.
Entre este tipo de personas, todo lo relacionado con el dinero y la producción de recursos económicos ocupa gran parte de su vida. Es, decir, pasan mucho tiempo ocupadas en su trabajo, gestionando sus propiedades o pensando en cómo invertir sus ahorros para que éstos sigan produciendo más dinero. Ello hace que vivan estresadas, excesivamente preocupadas e incluso atemorizadas ante la posibilidad de perder sus posesiones, su ritmo de ingresos o una generosa jubilación. En definitiva, su dinero y todo lo que éste implica les impide disfrutar plenamente de su vida.
Muchas veces, correr detrás del dinero nos impide disfrutar de la vida. Foto vía Shutterstock
Por otro lado, veo también mucha gente humilde que, a pesar de tener muy poco dinero, sí tiene tiempo para ocuparse de sí misma, aprovechar su tiempo de ocio y disfrutar de los placeres de la vida.
Es cierto que muchos tienen que luchar permanentemente por satisfacer sus necesidades básicas y llegar a fin de mes; pero, curiosamente, es raro que se ahoguen por culpa de sus obligaciones y sus problemas económicos. Por lo general, casi siempre encuentran un equilibrio que les permite pasar tiempo con su familia, tener una vida social satisfactoria, estudiar, practicar sus hobbies preferidos y adaptarse a los cambios de la vida tal y como vienen.
¿Cuál es el problema? ¿Cuál es la diferencia entre un tipo de persona y otro?
El dinero como medio o como fin en sí mismo
La diferencia entre ambos tipos de persona radica en su forma de percibir el dinero.
Me gustaría que respondieras a esta pregunta: ¿es el dinero un medio para conseguir lo que quieres, o se ha convertido en un fin en sí mismo?
Tu respuesta va a condicionar la actitud y la forma con la que te enfrentas a la vida. Y de ahí suelen derivarse la mayor parte de problemas relacionados con el dinero.
Si ves el dinero como un mero fin para conseguir tus objetivos, metas y sueños, tendrás una relación mucho más sana con él. En este caso, el dinero tendrá una función secundaria y utilitaria en tu vida. Esto es, utilizarás tu dinero para satisfacer tus necesidades básicas, para tener un hogar, para comparte un coche, para tener acceso a los servicios médicos o para viajar o darte algún capricho. Pero, tengas mucho o poco, nunca perderás de vista las cosas realmente importantes, como tu familia, tus seres queridos o tener tiempo para ti mismo y gozar así de cierta calidad de vida.
Por el contrario, si el dinero se convierte en un fin en sí mismo, no sólo querrás satisfacer tus necesidades básicas y tus pequeños caprichos materiales. En ese caso, tus creencias, miedos o inseguridades te empujarán a poseerlo en las mayores cantidades posibles. Necesitarás invertir más energía y tiempo para lograr este objetivo y, por tanto, tendrás menos tiempo para ti, para tu familia, para tus hobbies o para tu cuidado personal.
A veces, el dinero se convierte en un fin en sí mismo. Foto vía Shutterstock
Entonces, poco a poco, vas entrando en una espiral de la que cada vez resulta más difícil salir. Cuanto más dedicas a tus negocios y a tu dinero, menos dedicas a tu persona, a tu vida social y a tu ocio. Y eso facilita que sigas sumergido en el trabajo o en los negocios como vía de escape.
A mayor éxito económico y profesional, consigues más dinero, propiedades y bienes y, por consiguiente, necesitas más energía, tiempo y dedicación para conservar o hacer crecer lo poseído. Esto suele implicar un aumento de presión, estrés y responsabilidades y, de nuevo, menos tiempo libre, menos momentos para cuidarte y menos ocasiones para disfrutar de la vida y de tus seres queridos. En definitiva, menos calidad de vida.
Cuado llegas a este punto, tal vez debas plantearte la posibilidad de dar un paso atrás e intentar reestablecer tus prioridades. Tal vez sea el momento de dejar un poco de lado el dinero, las posesiones o la comodidad material.
¿Qué es la vida si lo piensas fríamente? ¿Es un lugar para acumular objetos, prestigio y éxito social o es, más bien, un juego de tiempo limitado e irrecuperable donde prima aprender, vivir experiencias inolvidables y amar? ¿Es la vida un espacio para el trabajo, los negocios y las obligaciones o es, tal vez, un espacio de crecimiento personal, un lugar para el disfrute o una oportunidad constante para hacer del mundo un lugar mejor?
La respuesta depende de ti, y es respetable. Pero intenta que te lleve hacia una vida que refleje lo que realmente eres y piensas. Hay demasiadas personas que viven una realidad mientras sueñan con otra. Hay demasiadas personas viviendo como esclavos mientras anhelan la libertad. Hay muchas personas sacrificando su existencia por un mañana que tal vez nunca llegue.
Piensa en ello, sé sincero contigo mismo y prioriza lo que es verdaderamente importante para ti. Y entonces vive como realmente quieras vivir. Y, si no puedes, por lo menos sabrás por qué objetivos debes luchar.
Quizás entiendas que no vale la pena sacrificar tus mejores años, tus momentos más preciosos y todos tus esfuerzos e ilusiones por algo material. Tal vez dejes de darle tanta importancia al dinero, a tu carrera o a tu profesión y quieras dedicarte a partes más profundas y trascendentes de tu ser. Puede que descubras que lo que realmente necesitas es más tiempo libre, pasar más ratos con tus seres queridos, cambiar de profesión, seguir estudiando o poder pasear tranquilamente por la montaña de tanto en cuanto.
En definitiva, no permitas que el dinero y las actividades encaminadas a enriquecerte materialmente desequilibren tu vida. No dejes que las obligaciones y responsabilidades derivadas de lo económico te esclavicen e invadan tu vida personal, social o espiritual.
Tengas dinero o no, no te olvides de vivir la vida. Foto vía Shutterstock
Qué significa ser rico y cómo conseguirlo con poco dinero
A pesar de todo lo que acabo de decir, sigue habiendo gente con grandes casas, lujosos coches y muchos millones que no pueden disfrutar a causa de las propias actividades que les permiten tener todo eso.
Continuamente veo personas de “éxito” con agendas repletas de infinidad de tareas que realizan a contrarreloj; tantas, que el día se les hace corto. Por ello, no tienen tiempo para comer bien, para hacer algo de ejercicio ni para pasar tiempo con sus hijos o amigos.
¿Realmente es esto ser rico o tener éxito? En realidad, eso depende de la definición que tengas de éxito y riqueza.
Ser rico o tener éxito son ideas subjetivas que dependen de tu percepción. Más que una realidad concreta y objetiva, se trata de una ilusión perceptiva.
Psicológicamente, la riqueza no depende directamente del dinero que tengas, sino de cómo percibas la relación entre tus necesidades y tu capacidad para satisfacerlas.
La sociedad fomenta constantemente la creación de necesidades y, por tanto, nos obliga a tener mucho dinero par satisfacerlas, ya que éste el único intermediario válido para pagarlas.
Además, como la remuneración de nuestro trabajo suele ser baja, estamos obligados a invertir mucho tiempo trabajando para poder generar ese dinero. Por esa razón, al final, nos sentimos esclavizados para pagar deudas y satisfacer necesidades que muchas veces ni siquiera son reales. Esto nos convierte en seres eternamente pobres y esclavizados.
Por tanto, la forma más fácil y auténtica de ser verdaderamente rico es encontrar una definición de riqueza que esté plenamente alineada contigo mismo. Se trata de encontrar lo que de verdad te hace sentir rico desde lo más profundo de tu ser.
Si para ti ser rico es tener mucho dinero en el banco, poseer grandes casas y conducir coches de lujo, adelante. Ello es algo lícito si realmente es lo que quieres. Ve a por ello y sé feliz. Pero hay muchas otras formas de ser rico.
A mi modo de entender, ser rico es saber usar el dinero para lograr fines concretos y tener tiempo para sí mismo. El que gana millones gracias a una actividad que acapara todo su tiempo y ensombrece las demás facetas de su vida no es más que un pobre infeliz. ¿Cuántos millonarios han terminado solos, arruinados y adictos a las drogas? ¿Cuántos famosos ricos se han suicidado deprimidos por no saber llevar una vida equilibrada? Recuerdo una frase de Jim Carrey que decía: “Ojalá todo el mundo pudiera ser rico y famoso para que se dieran cuenta de que ése no es el camino”.
Para mí, ser rico es saber encontrar lo que amas, elegir bien tus sueños y organizar tu vida para cumplirlos. La felicidad se esconde en pequeñas cosas que consiguen llenarnos, como pasar tiempo con tus amigos, encontrar el amor, hacer un viaje, escribir un libro… Y todo ello es posible con muy poco dinero. De hecho, las mejores cosas de la vida son gratis, ¿no crees?
Las mejores cosas de la vida no se compran con dinero, son gratis. Foto vía Shutterstock
Ser rico es encontrar un equilibrio entre el dinero que tienes y aquello que quieres hacer en tu vida. Tener más de la cuenta puede ser incluso contraproducente, pues el dinero es como el peso corporal: tener muy poco puede poner en peligro tu vida; pero tener mucho también puede llegar a generar molestias, problemas y preocupaciones que te impidan vivir.
Ser rico no es tener mucho dinero, sino aprender a necesitar poco. Todo el dinero del mundo no podría comprar todos los caprichos que una persona puede llegar a tener. Sin embargo, una persona austera es capaz de ser feliz sin un céntimo.
Rico es quien no juzga a los demás en función de la cantidad de ceros de su cuenta corriente.
Una persona rica es la que casi nunca habla de su dinero; primero, porque es algo secundario para él; segundo, porque nadie debe saber cuánto dinero tienes o dejas de tener. De esta forma evitarás relaciones basadas en lo económico. Siempre serás amado por unos y odiado por otros, así que mejor serlo por lo que eres, y no por lo que tienes.
Estas son mis definiciones de riqueza y, gracias a ellas, no sólo me siento rico, sino que he llegado a la conclusión de que la forma más severa de pobreza es tener sólo grandes cantidades de dinero.
Como has visto, ser rico es muy fácil, basta con descubrir lo que para ti significa serlo y vivir acorde con esa verdad.
Ahora, el trabajo es tuyo. Descubrir tu verdad.
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¿Y en tu caso? ¿Cuál es tu definición o definiciones de riqueza? ¿Cuál es tu fórmula para ser rico con poco dinero? ¿Aspiras a tener mucho dinero o has encontrado la riqueza desde otra vía?
Cuéntame tu opinión y comparte tu punto de vista dejando tu comentario aquí abajo
P.D. Foto de portada vía Shutterstock
Antonia pons vinent dice
Buenas tardes Ubay,
Mi enhorabuena ,por tu trabajo y lo que nos ayudas,
Yo siempre digo que está el rico pobre [no todas las personas claro está] y el pobre rico.
Todo depende de la evolución, de la persona,lo que a un@ le ha tocado en esta vida de vivir.
claro está que cuanto más evolucionados estamos,más vivimos para,desde el espíritu, desde las emociones altas y elevadas: AMOR-ALEGRÍA-FELICIDAD-PASIÓN-LIBERTAD Y GRATITUD,
Cuando se vive desde estas emociones, en la vida nunca te faltará de nada. Vienen por si solas por un trabajo bien hecho desde la voluntad,satisfacción pasión y el amor.
Un saludo
Ubay Serra Sánchez dice
¡Hola Toñi!
Sí, efectivamente, para mí, ésta es la verdadera riqueza. Lo material y el dinero poco tienen que ver con ella. Las vivencias personales, el amor y las emociones que comentas son, en mi opinión, una forma más eficaz y satisfactoria de ser rico, según mi propia definición de lo que significa serlo.
Gracias por tu comentario y tu aportación.
¡Un abrazo!
Francis Souquett dice
Hola Ubay!
Me alegra saber de ti…y que hayas incorporado a tus labores.
Totalmente de acuerdo con tu artículo.Este es un tema que tiene » mucha tela que cortar». Parece paradójico, pero mientras menos riqueza material tienes, eres más rico y feliz. Tienes menos que cuidar y más en que invertir tu tiempo. Te vuelves más creativo y haces hasta «milagros» con lo poco que posees. Tus amistades son más sinceras, porque te valoran por lo que eres y no por lo que tienes. Definitivamente no se es más rico por el dinero ni por lo que tienes.
Gracias por compartir tu escrito.
Un súper abrazo!
Ubay Serra Sánchez dice
¡Hola Francis!
Ya ves que vuelvo a la carga.
Y sí, exactamente. No necesariamente es así, pero es muy frecuente que el dinero, más que facilitarnos la vida, nos la acaba complicando a través de obligaciones, menos tiempo para nosotros, menos calidad de vida, amistades interesadas…pero es un problema de mala gestión. Por otra parte, como bien dices, me gusta fijarme en la gente más humilde, pues con muy poco dinero llegan a ser muy felices, cumplen sus sueños y aprovechan bien su vida.
Gracias a ti por tu comentario
¡Un abrazo!